El francés Sebastien Ogier (Volkswagen Polo) se proclamó por primera vez en su carrera campeón del mundo tras la disputa del primer tramo cronometrado de rally de su país, undécima y antepenúltima prueba del campeonato y en el que necesitaba ganar su rival, el belga Thierry Neuville (Ford Fiesta), que precisaba ganar el tramo cronometrado inaugural del Rally de Francia para impedir el triunfo de Ogier.