e. oyarzabal
vitoria. El anunció de la contratación por parte de Ferrari de Kimi Raikkonen, medida en tiempos, es un síntoma de los intereses y prioridades de la Scuderia, que demuestra que ya mira al futuro, dando en consecuencia la espalda -o al menos no canaliza todo su esfuerzo- al presente que acontece, con un título en juego y que no es otro que la vulgaridad, confirmada ayer por Fernando Alonso en la calificación para el Gran Premio de Singapur (14.00 horas, Antena3), donde fue séptimo, a más de un segundo de la quinta pole de la temporada del alemán Sebastian Vettel.
Un resultado que hace que la resistencia en la oposición por el título del asturiano se vaya desvaneciendo. Más a tenor de las palabras del propio Alonso, que consideró haber llevado a cabo "una vuelta perfecta" para rubricar semejante registro. Y en esta ocasión Alonso tampoco contará con el inestimable sacrificio de su escudero Felipe Massa, que para más inri, saldrá sexto ante el asturiano y con la premisa de no colaborar en el concepto de equipo.
Vettel selló la pole ahorrándose los dos últimos minutos de la sesión de calificación, que la terminó de ver desde su garaje, lo que da fe de la confianza del alemán en sus posibilidades de triunfo para la cita nocturna de hoy en el circuito urbano de Marina Bay. Si bien, Rosberg se congeló en la tabla de cronos a 91 milésimas del poleman. Respecto a Raikkonen, largará 13º y con la mente fijada en el porvenir como antojo del advenimiento de tiempos mejores, al igual que Ferrari. No en vano, el presente es del irreductible Vettel y su demoledor Red Bull, que acercan la mirada al título con 53 puntos de renta.