vitoria. Como cabía esperar, la Asamblea General Extraordinaria de la ACB trajo consigo un auténtico hervidero de noticias. Fue una mañana tensa que acabó como el rosario de la Aurora tras muchos reproches, desencuentros y palabras subidas de tono. Algunas salidas estaban cantadas y otras, sin embargo, fueron imprevistas. No sólo cayó Alberto García Chápuli, el hombre fuerte de los colegiados que estaba en el ojo del huracán de algunos clubes como el Barcelona y el Baskonia por su pasado como directivo del Real Madrid, sino que también vio cortada su cabeza la figura que había tomado esta decisión impopular entre algunos asociados y el hombre fuerte escogido en noviembre de 2011 por la patronal de clubes para reflotar -sin ningún éxito, por cierto- una nave a la deriva. Albert Agustí, hasta ayer el director general, también fue cesado de sus funciones, posiblemente para que todos los presidentes de los 18 equipos reunidos en Barcelona acabasen contentos. Ambos, eso sí, no se irán con las manos vacías y percibirán sendas jugosas indemnizaciones al tener contrato en vigor.
En realidad, la histórica Asamblea de ayer sirvió para que toda la cúpula de la ACB quedara prácticamente descabezada. Eduardo Portela será únicamente presidente de honor hasta el final de su mandato de cuatro años -acaba el 30 de junio del año que viene- y, en principio, quedará ya sin poder alguno dentro de la patronal. En realidad, lleva meses siendo una figura decorativa, ya que había sido apartado por Agustí de todas las decisiones de calado. A partir de ahora, se articulará un proceso para elegir a las dos nuevas personas que tendrán la difícil misión de rescatar una competición que vive un momento crítico por culpa de la brutal caída de los ingresos, las paupérrimas audiencias y la masiva desbandada de los mejores jugadores hacia otros países.
Sus relevos no procederán bajo ningún caso de la propia ACB. Y es que, según los estatutos, ningún dirigente de un club que haya trabajado en un equipo durante las últimas 5 temporadas puede presentarse a un cargo en la estructura de la patronal. El nuevo rector se escogerá, en principio, el próximo 31 de diciembre. De momento, Gerard Freixa será el coordinador de todas las labores ejecutivas que ostentaba Agustí, que vio cómo doce equipos leían al comienzo de la Asamblea una declaración firmada solicitando su despido. Tras la inesperada salida del director general, también queda en el aire el nombramiento de Felipe Llamazares como nuevo director de arbitraje en sustituto de García Chápuli. Y todo ello a dos semanas de que eche a rodar oficialmente la temporada con la disputa de la Supercopa.