Vitoria. El inicio del curso escolar acostumbra a venir acompañado de otro arranque, el de la las actividades deportivas. En el caso de los más pequeños se trata habitualmente de un momento de alegría por reencontrarse con amigos de los que han estado separados durante algún tiempo y poder practicar el deporte que más les gusta. Sin embargo, en esta ocasión, unos nubarrones negros han venido a oscurecer el panorama. En concreto, el futbolístico.
Y es que antes incluso de que la mayoría de las competiciones comience de manera oficial, un inesperado contratiempo ha generado un profundo malestar en un buen número de los clubes de la ciudad. El motivo no es otro que el nuevo modelo de gestión por parte del Ayuntamiento de los terrenos de juego municipales que, en opinión de los afectados, les impide desarrollar su valiosa labor con normalidad. La causa del conflicto reside en los horarios que estas instalaciones permanecen abiertas de lunes a viernes y, especialmente, las jornadas de fin de semana en las que se disputan los partidos.
Hasta la pasada temporada, eran los propios clubes quienes gestionaban directamente el uso de estos campos -por lo que recibían unas subvenciones cercanas a los 18.000 euros- y distribuían los horarios de entrenamientos y encuentros. Un sistema que ha funcionado durante años sin mayores sobresaltos. Sin embargo, hace unos meses el Ayuntamiento -obligado por la legislación según fuentes municipales- optó por dar un giro a esta política y sacó a concurso público el servicio. De todas las ofertas que se presentaron, finalmente resultó elegida la empresa Disport Eki, que es la que actualmente se encarga de prestarlo. Y es aquí donde comienzan a surgir los problemas.
La nueva gestión ha traído consigo también nuevos horarios y los clubes se han encontrado ahora, cuando comienza la actividad, con la desagradable sorpresa de que disponen de mucho menos tiempo del habitual. Así, los primeros amistosos disputados durante los fines de semana previos han encendido las alarmas, especialmente en las categorías de menor edad, puesto que hasta cadetes están obligados a jugar en la mañana de los sábados.
"Hasta ahora los partidos siempre empezaban a jugarse a las nueve de la mañana y daba tiempo a que se disputaran hasta cinco. Pero ahora el encargado de abrir los campos no llega hasta las diez, por lo que entre que los equipos calientan y se cambian no se puede comenzar hasta y media. Y a las dos se va y cierra el campo pase lo que pase. Si no da tiempo a jugar un partido no se juega y si acaba justo a las dos, pues a casa sin duchar", relata un directivo de uno de los equipos afectados. Pero los problemas no se quedan ahí, también afectan a los días de entrenamiento. "Cuando tenemos toda la planificación hecha, ahora nos dicen que no se puede entrenar antes de las cinco, cuando siempre se han programado entrenos a las cuatro para los niños que no tienen clase por la tarde. Y claro, hay muchos que no pueden adaptarse a un nuevo horario porque ya han organizado el resto de las extraescolares", insisten desde los equipos. Además, la pérdida de la gestión directa ha traído consigo también otros efectos colaterales. Así, los responsables de las entidades sólo pueden acceder a las oficinas mientras esté presente el personal de Disport, cuando antes podían realizar las gestiones del club libremente. Y, claro, la pérdida de la subvención ha generado problemas económicos en algunos casos, lo que ha llevado a la eliminación de equipos o a que los propios futbolistas tengan que poner dinero de su bolsillo para poder jugar.
El Ayuntamiento busca soluciones Por todo ello, en la tarde de hoy está prevista una reunión entre los clubes afectados para tratar de adoptar una postura común con la que intentar disponer de más fuerza a la hora de plantear sus reivindicaciones ante la empresa concesionaria y el Ayuntamiento.
El Consistorio, por su parte, se encuentra ya al tanto de esta conflictiva situación y, aunque apuesta por el diálogo, deja la pelota en el tejado de Disport. "Estamos hablando de manera individualizada con todos aquellos clubes que pudieran tener alguna dificultad para tratar de encontrar soluciones pero lo que podemos garantizar es que todos los partidos que se tengan que jugar se van a disputar. Qué más nos gustaría a nosotros que siguieran siendo los propios equipos los que gestionaran los campos pero la ley nos obliga a sacarlo a concurso. Lo que se está haciendo es respetar los horarios marcados pero en el convenio con la empresa concesionaria se recoge que tiene que haber una bolsa de horas para cuando sea necesario y tendrá que cumplir con ello", destacó un portavoz municipal.