FINLANDIA Mäenpää; Toivio, Pasanen, Moisander, Arkivuo; Tainio (Riski, m.69), Roman Eremenko, Ring (Hämäläinen, m.69) Halsti, Schüller; y Pukki (Zeneli, m.81).
ESPAÑA Casillas; Koke, Raúl Albiol, Sergio Ramos, Jordi Alba; Mario Suárez, Xavi; Iniesta, Cesc (Negredo, m.71), Pedro (Cazorla, m.81); y Villa (Navas, m.56).
Goles 0-1, m.19: Jordi Alba. 0-2, m.86: Negredo.
Árbitro Ivan Bebek (CRO). Amonestó a Mario Suárez (90) por España.
Estadio Partido de clasificación al Mundial 2014 disputado en el Olímpico de Helsinki, con la presencia de 37.492 aficionados en las gradas.
helsinki. La selección española consiguió ayer el primer triunfo de su historia en Helsinki, sin brillo en una noche gris en la que faltó frescura, pero en la que los goles de Jordi Alba y Álvaro Negredo más el pinchazo de Francia, le permiten poner pie y medio en el Mundial de Brasil (0-2). España volvía a tomar el pulso a la competición tras la desilusión de Brasil en la Copa Confederaciones. Lo hacía en un partido con tintes de trascendencia para dar un paso de gigante a la defensa del titulo mundial. Debía ganar en un terreno complicado, donde nunca lo había conseguido. Con Iker Casillas en la portería y Vicente del Bosque firme en su decisión de premiar al capitán, su portero, por más que sea suplente en el Real Madrid. El equipo comenzó nervioso, sin los automatismos de un lateral, cuando Finlandia arrancó con un ramalazo de valentía. Llegó a probar a Casillas, cuando Ring a los doce minutos dejaba un túnel a Koke y ponía un centro peligroso que cortaba Ramos cuando iba a rematar Pukki, e Iker evitaba el gol con los pies. España pasó del susto al gol. Comenzaba a ejercer su dominio cuando emergió la figura de Cesc Fábregas. El momento Cesc se traslada a la selección en el mismo escenario donde despuntó en un Mundial sub-17. A sus grandes recuerdos le suma una acción repleta de brillantez, con un pase picado medido al desmarque de ruptura de Jordi Alba que se perfiló de izquierdas para controlar y marcó con la derecha. Su quinto gol con la selección, gran parte de ellos similares al que rompió la final de la Eurocopa 2012 ante Italia. España ya había hecho lo más difícil, derribar la muralla finlandesa cuando se acababa de construir. Mario Suárez, sustituto de los lesionados Sergio Busquets, Xabi Alonso y Javi Martínez, no se complicaba en su estreno como titular. Tocaba con rapidez a Xavi, que imprimía ritmo, a Iniesta, que siempre inventaba, y a Cesc, que explota a la perfección su libertad de movimientos. La afición finlandesa silbaba el toque por impotencia. Su selección está en el polo opuesto. Fútbol directo en el que Roman Eremenko, su futbolista más técnico, intenta poner algo de orden.
En el reinicio del partido, España no se encontraba cómoda, con jugadores muy alejados de su mejor momento de forma. Salió con la consigna de chutar y lo intentaron sin éxito Iniesta y Mario Suárez.
Del Bosque buscaba soluciones. No le gustaba lo que veía y apostaba por su habitual revulsivo, Jesús Navas, pero a la Roja le siguió faltando velocidad. Un disparo de Jordi Alba con la derecha hizo intervenir al portero finlandés por primera vez. Era el minuto 61 y Del Bosque decidía prescindir del sistema que hoy recuperaba con falso nueve para apostar por Negredo. Su presencia estiró a España. De nuevo apareció Xavi, justo de forma pero con la visión privilegiada de siempre, para poner el pase en profundidad a la velocidad de Navas que puso en bandeja el gol a Negredo.