helsinki. La selección española busca el primer triunfo de su historia en Helsinki, ciudad que visita por tercera vez y donde nunca ganó, y eliminar de su memoria el traspié ante Finlandia con el empate en El Molinón, para dar un paso de gigante al Mundial 2014, a falta de los dos últimos partidos como local. El partido de Gijón es un referente en el que ha insistido Vicente del Bosque a sus jugadores. Un caso a evitar. El ejemplo de un partido que domina España de inicio a fin ante un rival que por respeto cambia su identidad, se encierra en su terreno y se limita a defender, frente al que no se aprovechan las ocasiones y que te acaba sorprendiendo con una contra. Ese empate de El Molinón se encadenó al previo en el Vicente Calderón ante Francia y dejó a España en su mayor compromiso de los últimos años. Lo solventó sacando su carácter de campeón para vencer en París y ahora no tiene licencia para volver a fallar una vez recuperado el liderato. En Helsinki debe ganar para acercarse al Mundial, antes de cerrar la clasificación con dos compromisos de local ante Bielorrusia (Mallorca) y Georgia (Albacete).

Y lo debe hacer con bajas importantes en su equipo titular. No estará Piqué, por sanción, y dejará su puesto a Albiol. Y el mediocentro sufre una plaga de lesiones con Xabi Alonso, Busquets, Javi Martínez y Thiago, que provocan que Mario Suárez sea el elegido en su segundo partido como internacional absoluto.

Del Bosque tiene dudas en la confección de su equipo. En la portería encara el debate por la suplencia de Casillas en el Real Madrid. El capitán puede dejar paso también en la selección a un compañero y ser Valdés, que atraviesa un gran momento en el Barcelona, el titular en el Olímpico de Helsinki. Iker jugaría el martes el amistoso ante Chile.

Además el lateral derecho deja una duda por resolver. Ante la previsión de que Finlandia se encierre, el seleccionador quiere dos laterales ofensivos. Lo tiene con Alba en el costado izquierdo y lo desea en la derecha donde Arbeloa ofrece otras características. La única solución que puede inventar es poner a Koke en una demarcación nueva para él. En ataque el regreso del sistema con falso nueve toma ventaja sobre el momento goleador de Negredo y Soldado.

Por su parte, Finlandia intentará dar de nuevo la sorpresa, como ya hiciera el pasado marzo en Gijón, y buscará un resultado positivo que le permita seguir soñando con clasificarse por primera vez en la historia para la fase final de un gran torneo. Una derrota les dejaría matemáticamente sin opciones de quedar segundos de grupo, si Francia cumple los pronósticos y vence a Georgia en Tiblisi. El seleccionador finlandés, Mixu Paatelainen, podrá contar con todos sus habituales.