CON 41 años, Christopher Horner volvió a demostrar ayer en Sierra Nevada que es un serio candidato a llegar con el maillot rojo a Madrid. Su actuación, como en Galicia, fue para quitarse el sombrero. Está muy fuerte y lo demostró dejando atrás al grupo de favoritos. El estadounidense tiene hambre de bicicleta y mucha ilusión, dos de las premisas necesarias para apuntar alto. Y lo más importante, el estado de forma del integrante del Radioshack es el adecuado. Se nota que no ha corrido el Tour y que, una vez superados los problemas físicos que ha arrastrado esta temporada, va como una moto. Algunos consideran que si finalmente gana la Vuelta un ciclista tan veterano, la carrera podría quedar desvirtuada. No creo que sea así. Esto es deporte, y Purito y Valverde, por ejemplo, no son unos críos, precisamente. Ya no es como antes, cuando al cumplir los 32 o 33 años uno ya estaba para el arrastre para el deporte profesional. La preparación ha cambiado y ya no se quema tanto a los ciclistas. Corren lo justo y necesario para no pasarse de forma.

En cuanto al resto de la etapa, el Katusha intentó controlar la llegada de Hazallanas para que el Purito rematara. Pero no le salió bien. No contaba con Horner. Dani Moreno, por su parte, solo ha podido vestir el maillot de líder durante una etapa. Se dejó más de dos minutos y, tal vez, sus posibilidades de entrar en el podio.

Hoy toca jornada de descanso. Una merecida jornada para recuperar fuerzas. Porque mañana llega la contrarreloj que empezará a decantar la balanza de un lado o de otro. Durante estas horas, los corredores de Euskaltel deben cambiar el chip. También Samuel Sánchez, que ayer se dejó más tiempo. El asturiano debe luchar por una victoria de etapa y dejarse de la clasificación. Por lo menos, él y el resto de sus compañeros de equipo tienen motivos para sonreír. La decisión de Fernando Alonso de adquirir la licencia de Euskaltel Euskadi es una gran noticia, no para el ciclismo vasco, sino porque hay un equipo más. Es muy importante que haya un hombre como el piloto de Ferrari que apueste por invertir su dinero y poner en bandeja toda su influencia con los patrocinadores en pro del ciclismo. Ya podía haber más gente como él.