moscú. El jamaicano Usain Bolt, campeón olímpico y plusmarquista mundial de 100 metros, recuperó ayer en Moscú, con una marca de 9.77, la corona que había perdido, por descalificación, en los Mundiales de Daegu 2011.
Partiendo por la calle número seis bajo la lluvia, Bolt arrancó en 163 milésimas, se emparejó a mitad de carrera con Justin Gatlin, que le había tomado la delantera, y arribó por delante del estadounidense, que cerró en 9.85, y de otro jamaicano, Carter, tercero con 9.95. Cuatro de los cinco primeros en la final eran jamaicanos.
Se trata de la primera de las tres medallas de oro que se propone el jamaicano Bolt conseguir en estos campeonatos. Ahora buscará las de 200 y relevos 4x100 metros para convertirse en el atleta más laureado de la historia de los Mundiales, superando al estadounidense Carl Lewis.
Las bajas de sus principales adversarios, por lesión (Yohan Blake) o por dopaje (Tyson Gay, Asafa Powell) habían reducido la final de 100 metros a una suerte de combate contra sí mismo, contra el recuerdo de su descalificación en los Mundiales de Daegu 2011 por su precipitarse en la salida.
Quedaba una sombra de duda con respecto al desenlace de ayer. El 6 de junio pasado, en la Golden Gala de Roma, Bolt fue derrotado por Justin Gatlin, que puede presumir de ser el único que ha derrotado al jamaicano-por una centésima-desde que, un año antes, lo hizo Yohan Blake en los campeonatos jamaicanos previos a los Juegos de Londres.
Pero entre las múltiples cualidades que atesora Bolt está la de ajustar su puesta a punto al objetivo del año. El año pasado Blake le derrotó en 100 y en 200 metros, pero fue Bolt quien ganó la final olímpica, y con la segunda mejor marca de la historia (9.63), doce centésimas por delante de su compañero de entrenamientos.
Ayer el corredor partía con la mejor marca del año entre los finalistas (9.85). Para el Relámpago la cuestión era sortear la trampa de la salida, no demorarse demasiado en los tacos para no fortalecer las esperanzas de sus rivales, erguirse rápido y poner sus largas piernas a funcionar.
Gatlin dominó la carrera en sus primeros 40 metros pero cuando Bolt se le echó encima, sabía que estaba muerto, porque su remate es letal. El estadounidense, que subió al podio olímpico en Londres como tercero acompañando a Bolt y a Blake, recuperó la lozanía después de cumplir cuatro años de suspensión por dopaje.
La nueva medalla de oro, la sexta en Mundiales, devolvió la sonrisa a Usain, que había pasado con gesto insólitamente serio por las rondas precedentes. Ayer por la tarde volvió a ser el de siempre, poniendo en escena todo el arsenal de gestos y poses que difundieron su imagen ganadora por los cuatro rincones del planeta.
Bolt acapara siempre los titulares, en la victoria y en la derrota. Su descalificación en Daegu conmocionó el mundo del deporte. Pero el atleta jamaicano llegó a Moscú con un primer objetivo: recuperar la corona de los 100 metros. Empieza a hacerse a la idea de que nunca más batirá su récord del mundo (9.58) que data de hace cuatro años.
Si Usain Bolt gana otras dos medallas de oro, en 200 y 4x100, adelantará a Carl Lewis en el cuadro de honor de los Mundiales porque tendrá tantas como el Hijo del Viento -de oro (8) y en total (10)-pero en este caso con dos preseas de plata.