MUNICH. Como un examen para Pep Guardiola. Así se presenta la Bundesliga que arranca hoy. Será la primera aventura del técnico de Santpedor tras su exitosa singladura con el club de sus amores, el Barcelona. Sus cuatro años plagados de éxitos al frente del equipo blaugrana no hacen sino aumentar las expectativas de un club, el Bayern de Múnich, que siempre está obligado a ganar, sea quien sea el entrenador. Al club bávaro no le ha temblado el pulso a la hora de invertir grandes sumas de dinero en la adquisición de nuevos fichajes. Pocos refuerzos pero caros. Los muniqueses han añadido a su ya poderosa plantilla al delantero Mario Götze, procedente del Borussia de Dortmund, y a Thiago Alcántara, un viejo conocido de Pep Guardiola. Los dos traspasos han costado 62 millones de euros, una inversión que puede volverse en contra del equipo si los resultados no acaban siendo los deseados.

Solo un equipo parece tener los mimbres necesarios para hacer frente al conjunto bávaro, el Borussia Dortmund. Si algo tienen en común los dos equipos es el carisma de sus entrenadores, técnicos que levantan pasiones y que son capaces incluso de eclipsar a sus pupilos. Al mando de la nave de los del Ruhr estará un año mas Jurgen Klopp, uno de los misters revelación de los últimos años y que llevó a la entidad a conseguir dos títulos de Bundesliga consecutivos, en 2011 y 2012. El año pasado hincaron la rodilla ante el rodillo muniqués, que en ningún momento les dio opción de luchar por el título doméstico. El buen juego de los de Klopp, que encandiló a Europa la pasada temporada, y la creciente y feroz rivalidad que mantiene con el Bayern Múnich hacen pensar que el campeonato germano será un mano a mano entre los dos conjuntos, que lucharán también por el cetro continental. Está por ver hasta qué punto acusan los de Dortmund la ausencia de Mario Götze, traspasado al Bayern por 37 millones de euros. Para suplir su ausencia han llegado jugadores del nivel como el armenio Mkhitaryan o el gabonés Aubameyang, pero quizá el fichaje más importante de la temporada sea el de Robert Lewandoski, al que han conseguido mantener en la plantilla a pesar de los rumores que le acompañaron toda la pasada temporada y que los situaban en Munich o en Madrid. En Dortmund cunde el optimismo, sobre todo tras imponerse en la Supercopa al conjunto de Guardiola por 4-2. Gundogan, Reus o Blaszczsykowski volverán a ser los puntales del equipo.

El Borussia es el principal rival deportivo del Bayern pero no es la única amenaza que se cierne sobre los de Guardiola. La presión y las altas expectativas pueden ser una losa para el nuevo proyecto muniqués. El listón esta muy alto con respecto al año pasado, cuando la escuadra dirigida por Jupp Heynckes logró el triplete. La derrota en la Supercopa ha despertado las primeras críticas en la prensa germana y se pone en duda la adaptación de los jugadores, que tanto éxito lograron la pasada temporada, a los métodos de Guardiola. Varios jugadores se han manifestado durante la pretemporada acerca de la revolución táctica que propone Guardiola y no se han mostrado especialmente contentos. "Nunca había tenido un entrenador que cambiase tantas cosas", aseguró el delantero centro peruano Claudio Pizarro.

Por otro lado, también se han levantado voces críticas por el elevado precio del fichaje de Thiago, cuyo representante es el hermano de Pep. Aun así, el Bayern, dominador hegemónico del fútbol teutón, es el principal favorito para hacerse con un nuevo título de la Bundesliga. La calidad de jugadores como Robben, Ribery o Thomas Müller convierten al once bávaro en una máquina con muy pocas fisuras. El exrojiblanco Javi Martínez no tiene tan clara la titularidad esta temporada aunque es muy posible que disfrute de muchos minutos en el eje de la defensa, como ya hiciera a las órdenes de Marcelo Bielsa, por la sobrepoblación de efectivos en la zona medular.

Más allá de los dos dominadores de la competición pocos equipos se antojan con opciones de plantar cara. El Bayer Leverkusen, tercero el año pasado, sentirá la marcha de Schurrle, traspasado al Chelsea de Mourinho aunque seguirá siendo el principal outsider. El Schalke 04 se ve con opciones de luchar por Europa gracias a la incorporación Szalai y la renovación del joven talento Draxler. Si un equipo aspira a dar la sorpresa y colarse en puestos europeos es el Borussia M'gladbach, que con promesas como Herrman promete dar mucha guerra.

Mercado sin sobresaltos A pesar de la buena situación económica de la mayoría de clubes de la liga alemana, el gasto en fichajes ha sido mesurado y comedido. Solo cuatro equipos han gastado más de 10 millones. Los 37 millones que pagó el Bayern por Götze es la cifra más alta del verano. Un fichaje que sigue la estrategia tradicional del club bávaro, ficha para reforzar su plantilla a la vez que debilita la del rival. El Borussia no se ha quedado atrás, ha invertido 60 millones en Aubameyang, Sokratis y Mkhitaryan, 27,5 en este último. A diferencia de Ligas como la estatal, que están viviendo un continuo éxodo de futbolistas, la Bundesliga no tiene ese problema. La mayoría de transacciones se han realizado entre equipos alemanes.

Se echará en falta el talento del ex del Bayer Leverkusen Schurrle, que tomó rumbo a Londres después de que el Chelsea decidiera pagar 22 millones por él. Uno de los bloques más renovados será el Wolfsburgo que buscará volver a las competiciones europeas tras una última campaña presidida por la decepción.