vitoria. El Alavés decidió ayer empezar el mes de agosto pisando el pedal de aceleración. En apenas unos minutos, el club vitoriano anunció la llegada de Juanma Gómez y dio el visto bueno a la continuidad de Óscar Serrano finalizado su periodo de prueba. Con ambas bandas cubiertas por sendos centrocampistas, la secretaría técnica trabaja con el objetivo de su mirilla fijado en el eje de la defensa y un hombre más para reforzar el centro del campo. Con todo, al menos Natxo González puede ya contar con una pieza más en su puzle tras el aterrizaje de un Juanma que será presentado hoy mismo cuando finalice la sesión de trabajo prevista en Ibaia.

El extremo diestro, que firma por una temporada con la escuadra alavesista, cuenta con una trayectoria reciente marcada por las lesiones musculares y la falta de oportunidades durante las últimas campañas. A sus 32 años, Juan Manuel Gómez Sánchez inició su particular travesía por el desierto cuando abandonó el Levante la temporada 2007/08, su año de eclosión en Primera División, donde disputó 34 partidos como titular. Un año después firma por el Betis y permanece cuatro años en el Benito Villamarín, pero su buen toque de balón no encontró en Sevilla el amparo de la fortuna. Las lesiones musculares lastraron su paso por el conjunto verdiblanco -disputó un total de 93 encuentros en los que marcó cuatro goles- y el verano pasado el club decidió romper unilateralmente el año de contrato que le restaba.

Aunque durante el periodo estival despertó el interés de varios equipos de Segunda División e incluso tuvo una oferta para jugar en Chipre, Juanma optó por esperar al mercado invernal, y en enero de este año se comprometió con el Villarreal para ayudar al equipo valenciano a ascender de categoría. Sin embargo, el jugador nacido en Don Benito apenas puedo echar una mano al cuadro dirigido por Marcelino -con el que había coincidido en el Recreativo de Huelva- y su participación en el Villarreal se limitó a disputar 196 minutos en cinco partidos, aunque su presencia se acrecentó en los últimos y decisivos choques. De hecho, tenía contrato hasta el año que viene y hasta ahora, mientras buscaba acomodo en un nuevo hogar, se encontraba realizando la pretemporada con el Submarino Amarillo, aunque sin ninguna posibilidad de continuar en el equipo. Sellado su acuerdo con el Deportivo Alavés, el jugador llegó ayer por la tarde a la capital alavesa y a lo largo de esta mañana conocerá a los que a partir de ahora serán sus nuevos compañeros.

Criado futbolísticamente en la cantera del Málaga, el nuevo refuerzo albiazul es un centrocampista de banda derecha con buen toque de balón que destaca más por su trabajo que por la velocidad o explosividad en el campo. Su talón de Aquiles no está sobre el terreno de juego sino en su propio cuerpo, pues las lesiones levantaron un muro a su alrededor que le han impedido tener continuidad tanto en el Betis como en el Villarreal. Con 32 años, Juanma aspira a encontrar por fin su sitio en un Alavés que prosigue la confección de la plantilla marcado en este tramo final por una imposición con la que contaban desde el principio pero que ahora, a falta de apenas dos semanas para el inicio de la temporada, condiciona aún más si cabe los últimos refuerzos para el conjunto albiazul.

65% del presupuesto Y es que, ansiosa por mantener una Liga de fútbol saneada, la LFP impone a los clubes de Segunda División una restricción presupuestaria para los sueldos de los futbolistas del primer equipo. Según dicha imposición, el Alavés, como club afectado en su momento por la ley concursal, sólo puede dedicar para los salarios del primer equipo un porcentaje cercano al 65% del total de su presupuesto para esta temporada. Así las cosas, la dirección deportiva alavesista trabaja estos días exprimiendo al máximo las ofertas con las que tentar a los, al menos, tres o cuatro jugadores que restan por fichar.