Nürburgring. La octava batalla de la temporada en el Mundial de MotoGP se anticipa claramente desequilibrada del lado de Dani Pedrosa (Repsol Honda), que persigue su cuarto triunfo seguido en el Gran Premio de Alemania, frente a Jorge Lorenzo (Yamaha), que volverá a competir maltrecho de su clavícula, aunque decidido a volver a asombrar igual que en el circuito holandés de Assen.

En la categoría de Moto3, Luis Salom (KTM) y Maverick Viñales (KTM), separados por diez puntos en la clasificación, volverán a reeditar el intenso duelo que están protagonizando esta temporada, mientras que Pol Espargaró (Kalex) aspira a seguir recortando la distancia con Scott Redding (Kalex) en Moto2.

El estado físico de Lorenzo centra todas las miradas en MotoGP. El piloto balear vivió un fin de semana de locura en el Gran Premio de Holanda, donde se fracturó la clavícula izquierda el viernes, viajó para operarse en Barcelona y retornó para disputar la carrera ante la sorpresa generalizada de todo el Mundial. Pese a su evidente merma física, el vigente campeón mundial logró finalizar quinto, solo un puesto por detrás de Pedrosa. Por primera vez en 25 carreras -desde Valencia 2011- ninguno de los dos se subía al podio de la categoría reina, pero la victoria moral correspondía claramente al balear, que solo cedía dos puntos.

Lorenzo ha tenido dos semanas para recuperarse, pero él mismo ha admitido que no se encuentra "al cien por cien" para competir en Sachsenring, circuito que mantiene un idilio con su máximo adversario. Pedrosa acumula seis victorias en el trazado alemán, cuatro en MotoGP y dos en la categoría intermedia, racha que quiere estirar su liderato, cifrado en nueve puntos. Por detrás, los respectivos compañeros de equipos desean meterse en la pelea entre sus 'jefes', especialmente Rossi, que en Assen reverdeció viejos laureles.