vitoria. Ramón Castelo ha sido uno de los principales artífices de que la localidad ayalesa vaya a contar por primera vez con un equipo en Segunda División B. Tras varios intentos fallidos, el triunfo ante el Mar Menor desató la locura en Ellakuri.

La noche habrá sido larga porque un día como el de ayer no se vive todos los días, ¿verdad?

Así es. Lo cierto es que fue una jornada inolvidable en la que todo salió a pedir de boca. La alargamos lo conveniente y lo necesario je, je...

El sábado pusieron el colofón a una campaña extraordinaria en todos los sentidos. ¿Son conscientes ya de que Llodio tendrá por primera vez un equipo en Segunda B?

Poco a poco, lo vamos asimilando todo. En efecto, no cabe otro calificativo a la temporada. Ha sido espectacular e inesperada, dejándonos a todos un sabor de boca tremendo.

Ya en frío, ¿cuáles han sido las claves del ascenso?

Ante todo, humildad y trabajo. El grupo estuvo muy concienciado desde el primer día acerca de lo que tenía que hacer. El vestuario ha funcionado como un reloj, la mezcla entre la gente veterana y novel ha sido extraordinaria. La ilusión de todos los estamentos del club por seguir progresando aun con nuestros buenos resultados ha sido un poco la clave que nos ha llevado a este logro.

Sufrieron muchos problemas para confeccionar a última hora el grupo y resulta que eso no ha sido un obstáculo para triunfar. Entonces, ¿ha sido todo fruto de su varita mágica?

No, no... Tuvimos que bajar alrededor de un 70% nuestro presupuesto y se quedaron muy pocos jugadores de la pasada campaña. Hubo que confeccionar una plantilla completamente nueva y, además, lo hicimos tarde con futbolistas que entrasen dentro de nuestras posibilidades económicas. Al final, han demostrado sobradamente su valía en esta categoría.

Tras caer en la primera eliminatoria ante el potente Racing de Ferrol, ¿apareció algún fantasma de años anteriores?

Al contrario de lo que podía pensar la gente, salimos fortalecidos de aquella derrota. Está claro que era el mejor equipo de todos los primeros posibles que nos podían tocar y, sin embargo, estuvimos muy cerca de conseguirlo. Competimos realmente bien. Nos dolió perder, porque nos habría gustado rematar la faena en esas dos primeras semanas, pero terminamos convencidos de que manteniendo esa línea de trabajo podíamos lograrlo. Y así ha sido afortunadamente.

Es la primera incursión del Laudio en Segunda B en sus 86 años de historia. ¿Da vértigo el salto a la categoría de bronce o todavía no ha tenido tiempo para pensarlo?

Bueno, la configuración del próximo proyecto es algo que nos tendremos que poner manos a la obra en breve y ver qué se puede hacer. El club llevaba tres años persiguiendo este objetivo, un margen suficiente para tener ya una idea acerca de cómo organizar el futuro. Hay que ver, sentarse y trabajar con calma.

Usted se ha revalorizado por este éxito. ¿Quiere seguir al frente del equipo ayalés o contempla otras opciones?

Primero quiero hablar con el Laudio y ver qué posibilidades hay y cómo se puede competir. Está claro que a estas alturas todas las plantillas están hechas. Tengo por costumbre que, mientras estoy en una cosa, no me gusta hablar de nada más. Ahora será el momento de estudiar las cosas y ver todo lo que se puede hacer para mejorar porque el listón está alto.

El Laudio posee una sólida base como acaba de demostrar este curso. ¿Estima que serán necesarios varios fichajes para conseguir un salto de calidad?

Tengo clara una cosa. Si Ramón Castelo sigue siendo el entrenador, este grupo de jugadores merece una oportunidad en Segunda B. Se lo han ganado en el campo. La base debe ser la actual, aunque lógicamente tendrá que venir gente nueva a ayudarnos. Unos han jugado más y otros menos, pero la base principal ya está aquí y es con la que el club debe pelear porque a eso se han hecho acreedores los futbolistas sobre el césped.

Santos Arrazuría también comentó el sábado que está barajando la idea de dejar el cargo por sus problemas de salud. ¿Puede afectar su posible salida al proyecto o incluso a su continuidad?

Valoraremos todas las cosas. Toda la gente es importante en este club. Es cierto que el presidente ha tenido un año complicado, pero veo difícil que se aparte del todo. Aunque se le haya pasado por la cabeza esa idea, estoy seguro de que él estará ahí aportando su granito de arena. No he hablado personalmente con él, pero estoy convencido de que su ilusión le hará echar una mano de una u otra manera. Lo primordial es que tenga una buena salud y haga lo que más le convenga.