Novak Djokovic quiere lo que Rafa Nadal tiene. Allí en la tierra de las pistas del Bois de Boulogne, en las instalaciones de Roland Garros, ha construido el tenista de Manacor gran parte de su leyenda. Allí ha puesto el actual número 1 del mundo su gran objetivo de la temporada. Allí, el próximo 9 de junio, quiere levantar el serbio el único Grand Slam que le falta en su palmarés. Esos eran sus planes cuando comenzó la temporada europea de tierra y cuando derrotó a Nadal en la final de Montecarlo. Pero, en este mes transcurrido, el serbio no ha dado muestras de progreso, sino al contrario: cayó a la primera ante Dimitrov en Madrid y en cuartos de final de Roma ante Berdych. La presión está, por tanto, del lado de Nole que sabe que en la segunda mitad del año tendrá que defender muchos puntos y su posición en el ranking.
Djokovic considera que "ganar a Rafa es el último desafío en tierra batida. Ha ganado muchos partidos durante su vida en esta superficie y es el jugador a batir. Es el favorito número uno". No oculta que "Roland Garros es una prioridad", se confiesa "muy motivado" y trata de convencerse de sus posibilidades: "Le he ganado esta temporada y eso es muy importante de cara a París. Sé que puedo hacerlo, definitivamente quiero hacerlo, pero queda un largo camino".
En ese trayecto desde su último duelo ante el de Belgrado, el jugador balear, sin darse importancia, se ha apuntado los tres torneos que ha disputado desde la decepción monegasca. Entre Barcelona, Madrid y Roma perdió solo tres sets y elevó su nivel cuando la cuesta era más empinada, esto es, en las semifinales y la final. Su rodilla ha dejado de ser una preocupación, aunque no deje de vigilarla y ahora la articulación tenga que responder a la exigencia de un torneo de dos semanas y partidos a cinco sets. Eso si hay alguien que le lleva hasta esa exigencia porque Rafa Nadal, que parte desde esa inhabitual posición de tercer cabeza de serie, sigue demostrando que es el mejor jugador de la historia sobre el polvo de ladrillo y que en eso de correr de lado a lado y resbalar en busca de la pelota no tiene rival. Por algo busca su octavo título en Roland Garros donde desde 2005 solo le ha ganado el sueco Robin Soderling. Nadal y Djokovic son los dos finalistas del año pasado, pero ese partido no podrá repetirse en 2013. El sorteo celebrado ayer deparó que ambos tengan que cruzarse en las semifinales, así que al menos uno de los dos tendrán que quedarse sin su principal objetivo del curso. Eso abre la puerta de la final a otros jugadores que han tenido altibajos en los torneos previos, pero que ahora saben que, por el otro lado del cuadro, tienen una buena oportunidad de intentar hacer historia.
Uno de ellos es Roger Federer, el único jugador que ha logrado vencer en París durante el reinado de Nadal. Sin embargo, el suizo está aún por recuperar su mejor tono físico y moral. Lo mismo ocurre con David Ferrer, intimidado por Nadal en sus duelos recientes, pero que a los 31 años aparece como favorito a disputar su primera final de Grand Slam.
murray y del potro, bajas Además, la ausencia por problemas físicos del británico Andy Murray y del argentino Juan Martín Del Potro ha sacado del cuadro a dos rivales siempre peligrosos en la segunda semana y ha movido las posiciones de los cabezas de serie sin que ello vaya a suponer, en principio, una revolución en el desarrollo del torneo. Fuera del camino de Djokovic y Nadal, avanzará Jo-Wilfried Tsonga en quien confían los franceses para ver de nuevo a uno de los suyos, al menos, en semifinales, algo que no sucede desde que el ahora hundido Gael Monfils lo logró en 2008. Porque el título son palabras mayores: ya hace 30 años que Yannick Noah dio la última Copa de los Mosqueteros a Francia. Thomas Berdych, Stanislas Wawrinka y los jóvenes Kei Nishikori, Jerzy Janowicz y Gregor Dimitrov son otros candidatos a las rondas finales. Pero en Roland Garros el camino lo marca Rafa Nadal.
El balear busca su octavo título en París con la confianza recuperada y el aval de sus tres últimos triunfos
Serena Williams promete venganza. La estadounidense perdió el año pasado en primera ronda ante la francesa Virginie Razzano y quiere borrar esa mancha de su carrera. La de Florida llega a Roland Garros como número 1 del mundo y con una racha de 24 victorias consecutivas, incluida la más reciente en Roma donde solo perdió trece juegos en todo el torneo. Desde aquella derrota en París de mayo de 2012, Serena ha ganado diez de los trece torneos que ha disputado y acumula 67 triunfos en 70 partidos. Su favoritismo es clarísimo, incluso por encima de la vigente campeona, Maria Sharapova, a la que destrozó en el Foro Itálico.
La racha de Serena Williams