Vicenza. Giovanni Visconti prolongó la fiesta del Movistar al lograr la cuarta etapa del equipo navarro en este Giro de Italia, y la segunda particular después de su éxito en el Galibier, en una jornada que mantuvo a su compatriota Nibali (Astana) con la maglia rosa.

Visconti, que hizo en solitario los últimos 18 kilómetros tras atacar en el ascenso al Crosara y coronar en solitario, tuvo fuerza para mantener un puñado de segundos en el pulso con todo el pelotón que buscaba el esprint. El siciliano cruzó la línea de meta de la 17ª etapa con un adelanto de 19 segundos respecto al pelotón encabezado por el lituano Navardauskas (Garmin), donde se encontraban el líder Nibali y el resto de favoritos.

La etapa era de transición, con posibilidad alta de sprint, pero no se cumplió el pronóstico porque Visconti decidió alargar la racha imperial del Movistar, que empezó Dowsett en la cronometrada de Saltara, siguió el propio Visconti en la etapa mutilada del Galibier y en Vicenza y alargó Intxausti en Ivrea.

El italiano, de 30 años, aún no había dado a la escuadra telefónica los triunfos que se esperaban de él cuando le ficharon en 2011, pero en este Giro está intratable y volvió a aparecer en el incómodo Crosara, un tercera con rampas de hasta el 12% que eliminó a Cavendish. Poco antes el pelotón había engullido al cuarteto de fuga: Belkov (Katusha), Rubiano (Androni), Durbridge (Orica) y Dockx (Lotto).

El colombiano aún se resistió, y Di Luca presentó candidatura, pero ambos sucumbieron también al impulso de Visconti, quien pasó el puerto con 30 segundos sobre el gran grupo, que representaba el peligro real, ya que el Omega, Argos y Cannondale quería discutir la etapa por velocidad.

Visconti descendió solo e hizo los últimos kilómetros llanos como si de una contrarreloj se tratara, y fue capaz de aguantar la brecha para entrar en la recta de llegada con tiempo para el festejo.