lisboa. El Benfica, líder con 74 puntos, y el Oporto, segundo a dos, se juegan mañana el campeonato portugués en la penúltima jornada de Liga en el feudo de los últimos, el estadio Do Dragao. Con apenas seis puntos en juego, el tropiezo del sólido Benfica el pasado lunes ante el Estoril (1-1) resucitó al Oporto, que ya había dado por perdido el título de campeón y al que ahora un triunfo le pondría en cabeza de la Liga.
A pesar del resbalón, las cuentas continúan más fáciles para el líder, que se consagrará campeón en el estadio de su acérrimo rival si vence. Un empate también sería un buen resultado, pues llegaría a la última jornada dependiendo de sí mismo en su estadio Da Luz frente a un rival que puede estar descendido, el Moreirense.
El Benfica, que empató a dos goles en Da Luz ante el Oporto, también tiene a favor la diferencia de goles en caso de empate a puntos. Sin embargo, los dragones podrían pasar por delante en el enfrentamiento directo con los encarnados en caso de que empaten sin goles a un gol o ganen el partido.
El entrenador del Benfica, Jorge Jesús, desdramatizó que el partido del estadio Do Dragao se dispute cuatro días antes de la final de la Liga Europa ante el Chelsea. "El mensaje para este partido es completamente diferente de aquel que se transmite para un partido de la Liga Europa. Para el Benfica, el partido Do Dragao no acaba allí. Para el otro equipo, si pierde, sí", analizó Jesús.
En las últimas cinco temporadas, la estadística también abre una puerta de esperanza para los lisboetas. A pesar de las tres derrotas (una de ellas por 5-0), el Benfica logró arrancar dos empates.