La victoria del Real Madrid ante el Málaga el miércoles se saldó con la mala noticia de la lesión de tobillo de Mesut Özil, que se retió del terreno de juego con fuertes dolores. El centrocampista alemán no se ejercitó ayer junto a sus compañeros, pero las primeras pruebas descartaron una lesión de gravedad y podrá jugar la final de la Copa del Rey el próximo viernes.