BARCELONA Valdés; Alves, Piqué, Bartra (Montoya, min.87), Adriano; Song, Xavi (Alexis, min.55), Iniesta (Thiago, min.66); Pedro, Cesc y Villa.
BAYERN DE MÚNICH Neuer; Lahm (Rafinha, min.77), Boateng, Van Buyten, Alaba; Javi Martínez (Tymoshchuk, min.75), Schweinsteiger (Luis Gustavo, min.66); Robben, Müller, Ribéry; y Mandzukic.
Goles 0-1, min.48: Robben. 0-2, min.72: Piqué (propia puerta). 0-3, min.76: Muller.
Árbitro Damir Skomina (SLO). Mostró cartulina amarilla a los locales Alves (m.45) y Piqué (m.78) y al visitante Robben (m.32).
Estadio 95.877 espectadores en el Camp Nou, con unos 5.000 aficionados del Bayern de Múnich. En el palco, entre otros asistentes, se encontraban el presidente de la Generalitat de Catalunya, Artur Mas, y el alcalde de la ciudad, Xavier Trias.
barcelona. Un brillante ejercicio futbolístico en el Camp Nou, allí donde el Bayern de Múnich tenía una deuda histórica, le permitió al equipo bávaro clasificarse a lo grande para su décima final de la Champions, que jugará ante el Borussia Dortmund, tras imponerse sin paliativos (0-3) a un disminuido Barcelona, que jugó sin Leo Messi.
El equipo de Jupp Heynckes dio una lección de fútbol en el templo barcelonista. La vida no es igual para el Barça sin Leo Messi. El día que estaba llamado a ser el gran protagonista, el mejor jugador del mundo se quedó en el banquillo aquejado de problemas físicos. Sin Messi, pero también sin Sergio Busquets ni Alba ni Mascherano ni Puyol, a los azulgrana se les acumularon demasiados problemas desde antes de empezar el partido
El Barça ya era un equipo descabezado desde la alineación, un equipo sin alma que tuvo que apuntarse demasiado pronto a la épica. El Bayern no se conformó con la ventaja de la ida. Los alemanes estuvieron dispuestos a sacudirse de una vez por todas la maldición del Camp Nou, el agrio recuerdo de aquella final de la Champions de 1999 perdida ante el United.
La velocidad de Arjen Robben y el juego al espacio llevó a los azulgrana por el camino de la amargura. Vilanova decidió arriesgar con una defensa con tres y Alves jugando más por el carril en ataque que en defensa. Por eso el factor corrector de Piqué, Adriano y Bartra era determinante. En ataque, el Barça estuvo sin ideas. El primer remate a puerta de los catalanes fue un disparo desde fuera de área de Pedro, un recurso nada habitual en el juego de toque de los azulgrana.
un rival solvente Con los minutos, recuperó la posesión de balón el Barça, pero sin profundidad. El Bayern, que nunca perdió la compostura, nunca fue conservador. Su fútbol, su físico, su colocación y su solvencia amilanaron a los locales, quienes no tenían respuestas.
Un gol de Robben, en el minuto 48, fue el principio del fin. El Barça nunca se creyó en la posibilidad de remontar el partido y su alicaído fútbol fue el reflejo del estado de ánimo del equipo.
En muchas ocasiones los azulgrana habían dado la impresión de que el Barcelona ya había jugado sus mejores partidos. Ayer fue la constatación, agotado y sin rumbo. De un año para otro, el equipo azulgrana ha vuelto a alcanzar las semifinales de la Champions, pero ahora ha caído de la peor de las maneras por un parcial 7-0, el peor parcial encajado por los azulgrana en la historia de las competiciones europeas, puesto que al gol de Robben se añadió un tanto marcado en propia puerta por Gerard Piqué en el minuto 72 y otro más por Thomas Müller en el 76.
El Bayern dio una lección de sobriedad y no bajó el pistón en ningún momento, dispuesto a ahondar en la herida de los azulgrana. Jugará el equipo de Heynckes su décima final de la Champions, su rival será el Borussia de Dortmund en una final alemana. Será la cuarta vez en la historia de la competición que dos equipos del mismo país se medirán para conquistar la orejona.
La reflexión del Barça llegará seguramente desde la consecución de la Liga, la cuarta en cinco temporadas que puede cerrar en las próximas fechas, pero se impone una autocrítica, un análisis de la situación en un equipo que ha ido de más a menos y se le está haciendo muy larga la temporada.