palma. Poco fútbol y mucha tensión anoche en Ono Estadi entre dos rivales que se jugaban la vida. Giovani puso el poco fútbol que se pudo ver en la primera parte con el guante que atesora en su zurda. Sin embargo el Celta, colgado del larguero, supo mantenerse a flote, se fue al descanso con vida, y tras la reanudación salió a morder. El partido, anquilosado por el miedo hasta entonces, se rompió abriendo opciones para ambos conjuntos. Aouate salvó al Mallorca en medio de un correcalles que acabó en asedio local y al final, en el último minuto de añadido, éste halló su premio -Giovani, quién si no- hundiendo a un Celta que ya se abona al milagro. Foto: efe
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