Nyon. Barcelona y Real Madrid tendrán que esperar hasta la final para encontrarse en la Liga de Campeones, pero para conseguirlo primero tendrán que eliminar a los poderosos equipos alemanes que les han tocado en suerte. A los culés les espera el todopoderoso Bayern de Munich, el oponente al que todos querían evitar y actual subcampeón continental, mientras que los blancos se emparejaron con una cenicienta como el Borussia Dortmund que está firmando una campaña espectacular, con un fútbol exquisito y que ya superó a los madridistas en la fase de grupos.
El Bayern, rival del Barcelona, viene haciendo una temporada excepcional, arrasando en la Bundesliga, en la que se proclamó campeón prematuramente con una escandalosa ventaja de 20 puntos sobre el Borussia. El equipo funciona en todas sus líneas y tiene un banquillo de garantías, que le permite compensar bajas o fases en las que uno u otro jugador pasa por un mal estado de forma.
Tal vez el comienzo de la historia de la campaña actual del Bayern comenzase después de la final de la Copa de Alemania, en la temporada en el que el Dortmund prácticamente le pasó por encima al Bayern, liquidando la instancia con un contundente 5-2. Tras aquel partido, el presidente del consejo directivo del Bayern, Karl-Heinz Rummenigge, dijo que había un equipo que de momento era superior al Bayern en Alemania, lo que había que aceptar y corregir lo mas pronto posible.
Heynckes, que será relevado al final de la temporada por Josep Guardiola, se había hecho cargo del equipo después de la última temporada del holandés Louis van Gaal, en la que el Bayern había llevado la obsesión por la posesión de pelota hasta el absurdo. Heynckes asumió la herencia de Van Gaal sin proponerse grandes revoluciones. La idea de mantener el balón siguió viva pero agregando verticalidad y dando más libertad creativa a los jugadores que en la época del holandés era algo de lo que sólo gozaban Ribéry y Robben.
El Borussia Dortmund, rival del Real Madrid, se ha convertido este año en la sensación de la temporada europea, pese a que en la Bundesliga no ha podido repetir su dominio de las últimas dos campañas. Si se mira la Bundesliga, donde el Dortmund marcha segundo a veinte puntos del Bayern, ya proclamado campeón, habría que calificar al equipo de Jürgen Klopp como un campeón a la baja. Sin embargo, atendiendo a su temporada europea, sus números muestran que es el único de los cuatro semifinalistas que no ha perdido ningún partido y ha ganado todos sus compromisos como local.