oklahoma. Tiago Splitter se está convirtiendo en uno de los mejores pívots de la NBA. El camino no está siendo sencillo. Gregg Popovich tiene fama de duro, de exigir a sus jugadores que den el máximo para ganarse el puesto, y con el brasileño no ha hecho una excepción. A pesar de haber aterrizado en Texas con la vitola de mejor cinco del Viejo Continente, al antiguo capitán del Baskonia le ha tocado quemar etapas como al resto de los novatos. Pero ha sabido asumir el reto para poco a poco hacerse muy grande. Tanto, que la pasada madrugada se doctoró con una auténtica exhibición en el partido que enfrentaba a los Spurs ante el otro gran favorito de la Conferencia Oeste, los Thunder.

Splitter se convirtió en el referente del equipo de San Antonio, que sigue sin poder contar con el lesionado Tony Parker, y lo condujo al triunfo (93-105) en una de las canchas más complicadas de la NBA. Los Westbrook, Durant y compañía se vieron superados ante el perfecto engranaje del conjunto texano, que supo sacar partido a la inspiración del brasileño, que firmó un doble-doble de 21 puntos y 10 rebotes y sacó los colores al center de los Thunder, un Kendrick Perkins que sigue apareciendo como la principal sombra de un plantel que aspira a discutir el anillo de campeón a los Heat.

La victoria permitió a los Spurs, al margen de conservar la mejor marca global de la NBA (49-15), rozar las 50 victorias. En cuanto sumen una más, algo que ha podido suceder esta madrugada, firmarán su decimocuarta campaña consecutiva por encima del medio centenar de triunfos. Ningún equipo ha logrado esto en la historia.