BILBAO. El conjunto de Fotis Katsikaris salió nervioso e impreciso, lo que unido al extraordinario acierto desde el perímetro de los alemanes (8/10 en el inicio), generó algo de incertidumbre en Miribilla, entregado a los suyos. Sin embargo, una vez abolidas las dudas, el Bilbao Basket pasó por encima de su rival gracias a una intensidad sobresaliente todo el duelo que acabó ahogando la falta de profundidad en la rotación del Ratiopharm.

Entre tres hombres, Per Guenter (19 puntos), Steven Sterkamp y John Bryant (21 puntos y 8 rebotes) anotaron los treinta puntos del cuadro de Thorsten Leibenath en un primer período de culto al ataque (28-30), en el que los bilbainos aguantaron el envite.

Ajustada la defensa en el segundo, los locales comenzaron a marcar sus primeras ventajas, sobre todo con la aportación de un Zisis multiplicado, el poder interior de Lamont Hamilton y el extra emocional de la presencia de Raúl López en cancha, que parecía iba a ser baja.

El resultado a la media parte (47-37), era suficiente para remontar el 85-81 de la ida, pero el Bilbao Basket, empujado por el aliento de Miribilla, no pisó el frenó y fundió a ritmo al Ratiopharm, que con mucha menos rotación acabó doblando la rodilla en los inicios del último cuarto, con un 8-0 de parcial que dejaba la eliminatoria resuelta (86-63, min.32).

Desfondados, los alemanes fueron un juguete en manos del hambriento Bilbao Basket en el último período, en el que alcanzaron la treintena de ventaja en el electrónico y firmaron con merecimiento su pase a las semifinales de la segunda competición continental por tercera vez en los últimos cinco años, donde ya espera al Budivelnik Kiev ucraniano o al Spartak de San Petersburgo ruso.