Madrid. El primer equipo diseñado por Ramón Cid, nuevo director técnico de la Federación Española de Atletismo, vivirá este fin de semana en los Europeos en sala de Gotemburgo (Suecia) su bautismo de fuego en el punto de partida hacia una nueva era marcada por la precariedad de medios.
La capitana, Ruth Beitia, que en su último año entre la elite mundial afronta sus sextos campeonatos de Europa bajo techo desde la posición de campeona al aire libre, habla de "un antes y un después, un punto de inflexión".
El Scandinavium Arena, que durante tres días albergará el torneo, será el escenario del primer combate del grupo de Cid, un pelotón de 26 atletas (18 hombres y 8 mujeres) sin vínculos, ni siquiera nominales, con operaciones policiales y cuyo modesto objetivo será "competir bien", o al menos eso les pide el director técnico. Ramón Cid, que ha sido responsable de saltos en la Federación durante casi toda la carrera deportiva de Beitia, se niega a hablar de medallas. Prefiere hablar de finalistas, y espera regresar de Suecia con "ocho o nueve".
"El objetivo es que todo el mundo compita bien. Hay gente con presente y responsabilidad en el equipo, y otros cuyo objetivo es foguearse. El nivel de exigencia de cada atleta dependerá del nivel de inscripción", explicó Cid. Las cuatro medallas obtenidas en los últimos campeonatos serán la referencia.
Esta vez las opciones españolas de podio se extendían al sector de la velocidad, pero Ángel David Rodríguez, tercero en el ránking europeo con 6.55, ha sufrido una recaída en la microrrotura en el abductor izquierdo que experimentó en la final de los campeonatos de España y se esfuman sus esperanzas. Beitia y Kevin López repiten como aspirantes a medalla. Los otros dos que pisaron podio, Olmedo y Nuria Fernández, no están en el equipo.
La prueba de 1.500, que ha dado a España 7 medallas de oro, 10 de plata y 3 de bronce en este torneo, tendrá como estandartes a Natalia Rodríguez, subcampeona de Europa en 2009, y a David Bustos, tercero el año pasado en los Europeos al aire libre. El balear estará acompañado por Álvaro Rodríguez, necesitado de redención en grandes campeonatos, y por Arturo Casado, que lucha por recuperar su antiguo esplendor aunque parece todavía lejos del que se proclamó campeón de Europa.
Bustos comparte con Kevin López su preocupación por las trampas que esconde la pista cubierta, con sus carreras tácticas y su escaso margen para corregir cuando se comete un error de colocación. "La pista cubierta penaliza mucho", apunta el balear.
Juan Carlos Higuero, de 34 años, ya ha sido campeón de Europa en sala, pero hace seis años y en 1.500. Tiene, además, dos medallas de plata en la distancia. Ahora se enfrenta al reto del 3.000 "lleno de ilusión, como si fuera la primera vez".