Bilbao. Alex Txikon y su compañero José Manuel Fernández consiguieron ayer un hito histórico en el mundo del montañismo: la primera ascensión invernal a los 6.096 metros del Laila Peak. El alpinista vizcaíno tuvo que enfrentarse a la versión más salvaje de la montaña del Karakorum, con el temporal castigando al máximo a la expedición. Al final, a las 16.00 horas y ya casi sin luz, lograron llegar a la deseada cumbre.

El Laila Peak está situado en la cordillera del Karakorum, cerca del glaciar Gondogoro y tiene una cima en forma de lanza que la fácilmente reconocible. La montaña de Pakistán ha sido definida como “una de las más bonitas del mundo” y es una de las piezas más codiciadas de la zona. Su cumbre solo había sido hollada en dos ocasiones.Sin embargo, nadie lo había logrado antes de que concluyera el invierno. Una acción que hace entrar en la historia del alpinismo a Alex Txikon.

“Hemos logrado llegar de vuelta al Campo II a las 8.30 de la noche, ya sin apenas luz desde las 5.30. Ha sido un día muy duro. Estamos agotados. José tiene tres dedos tocados y yo no puedo casi ni moverme. Estamos muy satisfechos y orgullosos del trabajo que hemos completado, con la sensación de haber hecho uno de las cumbres más bellas y exigentes de nuestras vidas”, relató Alex Txikon después de llegar al campamento base.

Fue una jornada “infernal” para Txikon y Fernández. Los alpinistas tuvieron que sufrir una climatología muy adversa, con vientos de más de sesenta kilómetros por hora y una temperatura inferior a los 35 grados bajo cero. Todo esto hizo que no pudieran llegar a la cumbre hasta bien entrada la tarde. “Ha sido durísimo. Hacía mucho viento y había muchísima nieve, con tramos muy difíciles desde el punto de vista técnico. Hemos tenido que hacer doce largos, la mayoría de ochenta metros”, contó el montañero vizcaíno.

El descenso desde la cumbre del Laila Peak hasta el Campo II tampoco fue nada fácil para la expedición comandada por Txikon. Sin apenas luz, Alex y José tuvieron que afrontar una bajada de más de cuatro horas, muy difícil y con muchos peligros. “Había tramos muy comprometidos. Se nos ha echado la noche encima; el frío y el viento eran increíbles... Lo hemos pasado muy mal”, comentó al llegar a su objetivo, después de alimentarse e hidratarse.

“Han hecho cumbre, sin ningún género de duda”, avaló Sebastián Álvaro tras recopilar toda la información precisa. Txikon y Fernández se quedaron a diez metros del pico cimero. Sin embargo, la cumbre del Laila Peak está cubierta de una gran cantidad de nieve en polvo y los alpinistas han decidido no pisarlo por seguridad. “Han rematado con éxito una expedición ejemplar, honesta, comprometida, respetuosa, armoniosa...”, concluyó el compañero de Txikon, emocionado por la hazaña.

La felicidad de la hazaña conseguida no ha sido total. Esta vez, ni Ramón Portilla, que el viernes se tuvo que quedar en el campo base con síntomas de congelación, ni Juanjo San Sebastián, que el domingo decidió retornar también al campo base al agravársele las dolencias en una rodilla, producidas al golpearse la articulación durante el primer asalto a la cima, pudieron acompañar a Txikon y Fernández en la ascensión al Laila Peak.

La tarea de Txikon y los suyos no ha concluido, ahora tienen que bajar desde el campo II hasta el campo base. Después de descansar, los alpinistas bajaran poco a poco; exhaustos pero orgullosos de ser los primeros en conseguir la ascensión invernal al Laila Peak. Una hazaña que les hace entrar en los libros de historia del alpinismo mundial.

Primer intento fallido Anteriormente, el pasado día 11, Txikon y su equipo no pudieron hollar el Laila Peak. La expedición lo intentó, pero la falta de luz hizo que se quedaran a menos de cien metros de la cima.

El alpinista vizcaíno se quedó, exactamente, a 76 metros de la cumbre y llegaron a pensar en abandonar el asalto a la montaña pakistaní, debido a la escasez de alimentos. No obstante, al final, Txikon y los suyos decidieron aventurarse y llegar hasta la cima.