vitoria. Como no podía ser de otra forma, el vestuario del Caja Laboral hizo ayer autocrítica en la vuelta a los entrenamientos tras varias derrotas hirientes que han puesto en tela de juicio la valía y calidad de una plantilla obligada a redimirse de sus pecados. El envenenado dardo lanzado por Zan Tabak a los pocos minutos de gestarse la debacle en Santiago de Compostela -"hay algunos jugadores que no están dando todo lo que pueden dar", vituperó el croata sin citar nombres en ningún momento- ha sido recogido por un colectivo que, en vísperas de afrontar un trascendental viaje a Atenas que puede allanar el camino hacia los cuartos de final de la Euroliga en caso de ser saldado de manera airosa, necesita subir varios decibelios la tensión y recobrar el espíritu que le permitió encadenar nada menos diecisiete triunfos consecutivos.
San Emeterio y Lampe, dos pesos pesados, fueron los encargados de trasladar el sentir de un equipo con el orgullo herido y fervientes ganas de redimirse. "Esta semana no hemos dado lo que teníamos que dar. En Siena no estuvimos bien en la segunda parte y en Santiago tampoco funcionamos bien ni individual ni colectivamente. Es normal que el entrenador diga que no hemos estado al cien por cien", destacó el alero cántabro, precisamente uno de los que no atraviesa su mejor momento de forma.
El polaco, que también se halla en el punto de mira de algunos detractores debido a su falta de sacrificio y dureza en el poste bajo, instó al colectivo a "no perder la cabeza y bajar los brazos" en los momentos de máxima adversidad. "Cuando las cosas se ponen difíciles, no debemos permitir que nos entre el pánico, seguir haciendo nuestro juego, no agachar la cabeza ni perder la intensidad. Muchas veces, cuando nos meten un par de triples, da la sensación de que ya está el partido perdido", se resignó el interior.
Para quienes dudan de las aspiraciones del Caja Laboral, Lampe quiso recordar que este equipo ya dejó entrever durante dos largos meses de competición que es capaz de competir contra cualquiera si se pone el buzo azul y realiza un sobrio trabajo de fontanería. "Es cierto que, cuando nos han puesto en dificultades en estos últimos encuentros, no pudimos dar respuesta. Pero hay que ser positivos, tenemos el mismo equipo que antes y entrenar más duro de lo normal", precisó el cinco nacido en Lodz.
Tras cinco minutos delirantes al comienzo del último cuarto bajo la aciaga batuta de Omar Cook, el frustrado asalto a la Copa del Rey ha dejado algunas secuelas que conviene borrar cuanto antes para no enturbiar el buen estado en la ACB y la Euroliga. "Es una competición que, cuando la ganas no te da tiempo para disfrutarla porque al día siguiente tendrás un partido vital del Top 16, y cuando la pierdes, te deja un poco deprimido. Hay que reaccionar ya, ha pasado una semana. Puede ser que nos afectara psicológicamente esa derrota, pero hay que dejarla atrás", recomendó San Emeterio.
Con cuatro victorias al final de la primera vuelta de la liguilla continental, los integrantes azulgranas ya hacen cuentas para saber si el objetivo de erigirse en cuartofinalista podrá hacerse realidad. En este sentido, el vestuario no alberga dudas a la hora de exponer el número de triunfos que serán necesarios. "Hay algún equipo como el Maccabi y el Fenerbahce con plantilla suficiente para meterse en la pelea, pero creo que sí se van definiendo poco a poco los dos grupos. Esperamos estar en la pomada hasta el final. Ganar este viernes sería fundamental. Con ocho partidos ganados y un buen average, se podría estar dentro. Habría que hacer los mismos resultados de la primera vuelta", advirtió el santanderino.