PARÍS. "Sé que me hago mayor y que la ventana de lanzamiento se reduce. Tengo que explorar mis límites. No quiero solo ganar otro campeonato, sería muy fácil", señaló Bolt en una entrevista publicada hoy por el diario deportivo francés "L'Équipe", que le ha elegido el deportista masculino del año 2012.

Bolt reconoció que ser el primero en parar el crono en 18 segundos en los 200 metros (frente a su actual plusmarca mundial de 19,19 segundos) le permitiría conquistar aún a más adeptos a su leyenda deportiva, aunque reconoce que el esfuerzo a acometer es soberbio.

"No es ninguna broma, supone mucho trabajo. Llevo mi cuerpo más al límite que nunca en el entrenamiento y no me importa el dolor", indicó el hombre más rápido del mundo, que se impuso en la clasificación que publica ese diario al nadador estadounidense Michael Phelps y al futbolista argentino Lionel Messi.

Es la tercera vez que Bolt resulta el elegido del año por "L'Équipe" (2009 Y 2008), que sucede en el primer puesto a Messi (2011) y al tenista español Rafael Nadal (2010).

El velocista, de 26 años, se coloca con tres menciones honoríficas anuales de ese diario, a la altura del tenista suizo Roger Federer (2005, 2006 y 2007) y del piloto alemán de Fórmula Uno Michael Schumacher (2001, 2002 y 2003).

Por su parte, la tenista estadounidense Serena Williams, oro en los Juegos de Londres en individual y dobles y vencedora de la última edición de Wimbledon y del Abierto de Estados Unidos, resultó elegida por "L'Équipe" como mejor deportista femenina del año, por delante de la esquiadora estadounidense Lindsey Vonn y de la atleta de ese mismo país Allyson Felix.

La menor de las Williams logró firmar el que probablemente ha sido el mejor año de su extensa carrera -ganó su primer Grand Slam en 1999- tras recuperarse de una embolia pulmonar por la que tuvo que ser intervenida de urgencia en marzo de 2011.

"Podría haberme muerto de un golpe en los dedos", destacó la tenista, de 31 años, que explicaba así por qué disfrutó tanto de su victoria en Wimbledon a su regreso, una temporada después.

"En pocos meses pasé de un estado en el que creía que nunca podría volver a jugar al tenis -y ni siquiera tenía ganas, quería solo tener buena salud y salir del hospital- a lograr una victoria en Wimbledon", recordó.

Para lograrlo, tras diez meses fuera del circuito y con una capacidad respiratoria disminuida respecto a la de una persona normal, Serena Williams tuvo que hacer entrenamientos específicos en una piscina, para mejorar su capacidad pulmonar, relató.

"La parte del entrenamiento que consistía en habituarse a esa nueva respiración fue realmente difícil, probablemente lo más difícil", dijo la tenista, cuyo palmarés luce quince títulos de Grand Slam.

Se trata de la primera vez que la votación propuesta a la redacción de "L'Équipe" elabora una categoría femenina separada de la masculina.