Los Angeles Lakers rompieron la pasada madrugada su mala racha de tres derrotas en el inicio de temporada y se apuntaron su primera victoria del curso, gracias a una incontestable paliza sobre Detroit Pistons (108-79) basada en la conexión bajo los aros entre Dwight Howard y Pau Gasol, llamada a cimentar los futuros éxitos del equipo californiano con el apoyo de Kobe Bryant desde el perímetro.