vitoria. El defensa del Barcelona Gerard Piqué se ejercitó ayer con el resto del grupo pero no será hasta hoy, cuando realice una última prueba, cuando el jugador y cuerpo médico del club azulgrana decidan si el central está en condiciones físicas para disputar el clásico frente al Real Madrid, donde el equipo barcelonista podría colocarse a once puntos de distancia en la clasificación si logra vencer a la tropa de José Mourinho.
"Piqué ha hecho el entrenamiento. Mañana (por hoy) veremos cómo está del pie y cómo está muscularmente. Pero los partidos que quedan también son importantes", explicó el técnico azulgrana Tito Vilanova en rueda de prensa que ofreció en el Camp Nou.
El defensa del Barça, cuyo concurso se hace fundamental ante la ausencia de Puyol, que estará de baja un par de meses por una luxación en el codo, sufrió un esguince en el tercio medio del pie izquierdo el pasado 19 de septiembre ante el Spartak de Moscú y, desde entonces, no se había entrenado con el equipo, hasta la sesión de ayer. "No soy muy partidario de infiltrar a los jugadores, porque puede tener consecuencias para más adelante. Pero mañana (por hoy) decidiré", añadió Vilanova ante esta opción de urgencia.
Piqué también es el centro de una polémica, alimentada de forma artificial desde algunos medios madrileños, sobre el carácter de reivindicación independentista que se le quiere dar al partido desde el lado catalán. Hace unos días, la revista estadounidense Sports Illustrated publicó un reportaje en el que algunos jugadores del Barça analizaban al detalle la repercusión de un Barça-Real Madrid. De acuerdo al artículo, Piqué dijo: "La rivalidad es verdaderamente muy fuerte y no sólo por motivos deportivos. Hay un factor político también. En Barcelona estamos en Cataluña y mucha gente lo considera un país. La rivalidad es también Cataluña-España, no sólo Barcelona-Madrid".
Ayer, Piqué aprovechó su cuenta de Twitter para aclarar esas frases suyas en Sports Illustrated. "Qué ganas que tiene la gente de malinterpretar declaraciones mías para crear más crispación justo antes del clásico", escribió, para agregar: "Yo sólo dije que el Barcelona-Madrid cada vez más se asocia a un Cataluña-España y esto no debería ser así... sólo es un partido de fútbol".
Y además un partido que puede marcar poderosamente el sino del campeonato liguero. Porque el Barça, que ha sumado los dieciocho puntos en juego disputados, tiene la posibilidad, si gana, de firmar su mejor arranque de la historia.
En el Real Madrid su técnico, el portugués José Mourinho, ha restado importancia al resultado del Clásico, pero sabe de sobra que el enfrentamiento es decisivo.
El técnico luso juega al despiste con su equipo titular. Sin querer desvelar nada pero admitiendo que seguirá un patrón respecto a los últimos clásicos. En ellos nunca apostó por el trivote y aunque planea la idea de juntar a Sami Khedira, Michael Essien y Xabi Alonso para aumentar el músculo en la zona de creación del fútbol azulgrana, quien tiene más opciones de jugar es Luka Modric.