Georgia. La selección española se ha apuntado una trabajada victoria por la mínima ante Georgia (0-1) en un duelo, el primero de la fase de clasificación para el Mundial de Brasil 2014, donde la reciente campeona de Europa sufrió más de la cuenta para superar la muralla impuesta por Georgia, que hizo todo lo posible para conservar el empate que se rompió en el minuto 86 con el tanto de Roberto Soldado. La Roja comenzó la defensa de la corona mundial con un triunfo que costó más de lo esperado. Los de Vicente del Bosque, que premió a Soldado entregándole los galones en la delantera, fueron dueños absolutos del balón pero se toparon con el muro defensivo de los georgianos, que retrasó hasta el minuto 86 el primer gol de la selección española. Con el Boris Paichadze de Georgia como escenario, España, único actor sobre el terreno de juego, mimaba la bola pero encontraba serias dificultades para abrirse hueco entre la férrea defensa georgiana. La vigente Campeona del Mundo y de Europa lo intentaba por el centro y la conexión Iniesta-Silva era lo que más peligro creaba en la meta de Loria.

A los diez minutos, Sergio Ramos protagonizó la primera ocasión del encuentro al cabecear a la salida de un córner desde la línea de gol. Ante la imposibilidad de penetrar el área rival, Silva sacó un disparo desde la frontal que acabó estrellándose en la madera. Aunque España continuó con el control del juego, no llegaron más ocasiones hasta la recta final del primer acto. El meta georgiano repelió primero un disparo lejano de Xavi y, más tarde, le ganó un mano a mano a Soldado en una ocasión de oro para marcharse al descanso con una ligera ventaja en el marcador.

Georgia se animó tímidamente al ataque en los primeros compases de la segunda parte, quizá motivados por el empate con el que se marcharon al descanso, un resultado que fue celebrado casi como un título por los aficionados que se dieron cita en el estadio. El susto para Casillas, que apenas tuvo trabajo, llegó en el minuto 54, cuando el palo impidió que un zurdazo de Amisulashvili se convirtiera en el primer gol de la noche.

En el minuto 68, Cazorla asistió a Jordi Alba que, pegado a la línea de fondo, envió el balón al lateral de la red. En la misma jugada, Loria, que con sus paradas a España se erigió como héroe nacional, se lesionó y tuvo que dejar su hueco a Kvaskhvadze, que tuvo que sufrir, 'in extremis', el tanto de la victoria española.

Cuando el partido agonizaba y España tendría que asumir un mal resultado para comenzar una complicada fase de clasificación, Cesc Fàbregas, que entró por Arbeloa a falta de diez minutos, puso un pase perfecto para que Soldado, que no estaba teniendo su día, tan sólo tuviera que empujar el balón. Pero el partido tuvo suspense hasta los últimos instantes del descuento, cuando Sirbiladze sacó un disparo que Ramos despejó con el muslo.

A poco más de una hora de que el árbitro noruego Svein Oddvar Moen pitara el comienzo del choque entre Georgia y España, en el estadio Borís Paichadze de Tiflis se vivía un ambiente de fiesta, pese a un cielo encapotado que amenaza con lluvia. Las entradas se agotaron ya la víspera, y junto a las taquillas desiertas del principal estadio de Georgia revendedores pedían por ellas más del triple de su valor varias horas antes del inicio del encuentro.

El precio oficial de las mejores localidades fue fijado por la Federación Georgiana de Fútbol en 30 laris (casi 15 euros), y en la reventa estas alcanzaban los 100, el equivalente a una pensión en este país caucasiano. Desde la mañana, la Policía de Tiflis redobló las medidas de seguridad en torno al estadio, que abrió sus puertas a los aficionados a las 15.30 GMT, dos horas antes del comienzo del partido.

Para entonces varios miles de espectadores se agolpaban junto a las puertas de remodelado recinto deportivo, que en los tiempos soviéticos tenía un aforo de 75.000 espectadores, aunque en algunos partidos internacionales llegó a recibir a hasta 110.000 aficionados. En Georgia, la admiración por la selección española es tal, que un grupo de aficionados lanzó una campaña en la red social Facebook para instar a los seguidores locales de La Roja a animar al conjunto.