Bilbao. El culebrón de desencuentros que viene rodeando todo lo relacionado con la salida de Javi Martínez del Athletic vivió en el día de ayer un giro rocambolesco. El club bilbaíno filtró una información a algunos medios de la capital vizcaína, en torno a un supuesto asalto a las instalaciones de Lezama por parte del jugador, que el nuevo futbolista del Bayern de Múnich negó a través de twitter. Pero entre una y otra versión sigue existiendo demasiadas incógnitas y parece que por parte de algunos sectores de la prensa vizcaína no existe demasiado interés en indultar definitivamente a un jugador que ha preferido marcharse a otro club antes de querer continuar en el proyecto del club rojiblanco.

Según la versión que salió del club y que han publicado algunos medios, Javi Martínez realizó una extraña visita nocturna a Lezama el pasado fin de semana, al parecer para recoger los enseres personales que no pudo retirar antes de concretarse su pase al club alemán el 30 de agosto. Según la versión ofrecida por algunos medios de comunicación vizcaínos, que sin embargo no ha fue confirmada por el club rojiblanco, Martínez se personó en Lezama en la madrugada del sábado al domingo y al comprobar que las instalaciones estaban cerradas saltó la valla de acceso a la entrada principal.

El hecho habría llamado la atención del guardia de seguridad que tras identificarle y mantener una discusión con el futbolista accedió a franquearle la entrada para que pudiera recoger las pertenencias de la que fue su taquilla hasta que realizó el último entrenamiento con el Athletic el 29 de agosto. Esas fuentes señalan también que el armario se encontraba vacío y que todas sus cosas habían sido ya retiradas y guardadas en otra dependencia a la que el navarro no pudo acceder al encontrarse cerrada con llave.

Otra versión, confirmada en otros medios por fuentes cercanas al jugador, apuntan a que la visita de Martínez no se realizó de madrugada sino por la tarde-noche y que no saltó la valla sino que accedió a los vestuarios por la puerta principal. Estos hechos, ni confirmados ni desmentidos por el jugador, añaden un episodio más a una turbulenta salida del Athletic del campeón del mundo cerrada después de que el Bayern de Múnich abonara los 40 millones de la cláusula de rescisión. La víspera de concretarse el fichaje, Martínez abandonó Lezama por la tarde sin despedirse de los compañeros que habían entrenado con él y viajó a la capital bávara sin el permiso del Athletic para pasar el reconocimiento médico con el Bayern.

El jugador, por su parte, también habló de este asunto. Lo primero, señaló que le resultaba "increíble que haya gente que crea que esa historia es cierta", según publicó ayer por la tarde en su perfil oficial de twitter. Su excompañero Markel Susaeta se refirió a este asunto a la conclusión del entrenamiento de ayer para apuntar que "no sabemos lo que ha pasado, así que no vamos a hablar de un tema que no sabemos". "Hay que saber si todo lo que se dice es verdad. Vamos a esperar un poco", pidió prudencia Susaeta.