Bilbao. Ikurriñas, pancartas, camisetas personalizadas, bocinas, flores... esperaban a las medallistas alavesas en su llegada a casa. Las jugadoras de balonmano, Eli Pinedo y Patricia Elorza, acompañadas por su entrenador, el bilbaíno Jorge Dueñas, junto a la luchadora Maider Unda llegaron ayer al aeropuerto de Loiu. Allí, les esperaban muchos familiares y amigos que les dieron un caluroso y muy merecido recibimiento. Estas tres deportistas son una pioneras en sus deportes al conseguir las primeras medallas olímpicas de sus respectivas modalidades.

Los pasajeros que llegaban al aeropuerto de Loiu se quedaron sorprendidos y pensaron que algo extraño ocurría al ver a tanta gente y a numerosos medios de comunicación. Desde bastante tiempo antes, todos los seguidores de las medallistas vascas esperaban a aquel avión que venía de Madrid y no terminaba de llegar. El vuelo se retraso unos minutos, un tiempo que se hizo eterno para los amigos y familiares que deseaban dar un abrazo a sus olímpicas, aquellas a las que han visto sufrir desde pequeñas y las que ahora están en la cima del éxito deportivo.

Maider Unda fue la primera en llegar. La luchadora fue recibida con gritos de "Maider, Maider" por sus compañeros del Club Munga de Barakaldo y por varios amigos vestidos con camisetas verdes donde se leía claramente "Iron Maider". Un recibimiento que la propia luchadora no se esperaba y que le alegró muchísimo.

A la hora de valorar su participación en estos Juego Olímpicos, la luchadora se mostró satisfecha, "Sabía que iba a ser difícil pero hay que ir a por todas, y al final ha salido bien". Las claves de Unda para conseguir esta medalla han sido "hacerlas de forma natural" y, sobre todo, "trabajo, trabajo y trabajo y con ello se llega a los sitios". A sus 35 años, la alavesa no descarta la posibilidad de competir en Rio de Janeiro, sin embargo, es "difícil" que eso ocurra.

Después de asimilar lo conseguido, ahora, Maider Unda solo quiere descansar, "lo que quiero es volver a casa y encontrarme con mi familia". Después de unos días de vacaciones, la luchadora tendrá que volver a su trabajo fuera del tapiz, la fabricación de quesos con denominación de origen Idiazabal en su caserío de Olaeta. Una actividad y un lugar que le han ayudado mucho durante estos años: Tengo la suerte de vivir en Olaeta y de tener una cosa tan bonita como es mi trabajo, porque me ayuda a desconectar".

Sin duda, el recibimiento más ruidoso fue el de Eli Pinedo, sus familiares y amigos no pararon de tocar bocinas y de dar gritos de ánimo a la jugadora de balonmano, además, venían acompañados de una pancarta en la que ponía Zorionak Eli. Todo esto dejó "alucinada" a la del Bera Bera y rompió a llorar mientras recibía un ramo de flores de mano de sus seguidores. "No puedo ni hablar, estoy muy emocionada", dijo antes de atender a la prensa.

"Me acuerdo de todos estos años, de toda la familia, de toda la gente que ha estado conmigo siempre", afirmó Eli Pinedo, todavía bastante emocionada, al ser preguntada por lo que significaba la medalla de bronce conseguida. Además, quiso agradecer el apoyo de todas las personas que les habían seguido desde casa. Algo más calmada, la balonmanista dijo que esperaba que la medalla ayudase al balonmano femenino y a otros deportes porque, "no solo es fútbol y futbolistas, hay muchos otros deportes de mujeres y hombres que estamos ahí detrás peleando cada día y a veces necesitamos que nos hagan un poco mas de caso".

Mucho más tranquila que su compañera llegaba Patricia Elorza. Aún así, la jugadora gazteiztarra calificó como "alucinante" el recibimiento y se mostró muy satisfecha de lo realizado en Londres y de la experiencia vivida en estos Juegos Olímpicos, "Hemos vivido momentos inolvidables". En un segundo plano apareció Jorge Dueñas. El entrenador vizcaíno no quería quitarles protagonismo a sus jugadoras e intentó esquivar a las cámaras mientras se reunía con sus familiares. El bilbaíno elogió al grupo de chicas a las que ha dirigido: "He tenido la suerte de tener una buena generación de jugadoras que estaban convencidas de que querían triunfar".

Estas tres deportistas vascas entran en la historia al ser las primeras del estado en conseguir una medalla olímpica. Maider Unda, se llevó el bronce en la categoría de menos de 72 kilos en lucha libre. Mientras, Pinedo y Elorza, junto al resto de sus compañeras del combinado de balonmano femenino, donde también estaban las vascas Nely Calra Alberto y Andrea Barnó, acabaron terceras tras realizar un gran campeonato y culminado en la emocionante victoria ante Corea del Sur.