londres. Hay atletas que son inaccesibles, otros que posan gustosos con todo el que se lo pide y luego están aquellos desconocidos que persiguen a sus ídolos para hacerse una foto: la Villa Olímpica es un reflejo del estatus social y deportivo de cada uno. Los hay simples, humildes, soberbios, amables, rodeados de guardaespaldas, simpáticos, introvertidos o distantes. El abanico de personalidades es enorme y pocos atletas coinciden a la hora de evaluar el trato de las estrellas con el resto de los "mortales". "Hay unos que son muy sencillos y humildes, pero hay otros que son arrogantes", señaló la nadadora boliviana Karen Torrez. "No sé si me tocó mala suerte, pero a Michael Phelps le pedí una foto y, primero, ni se dio la vuelta. Insistí, aceptó y luego preguntó: ¿Algo más? A lo mejor fue un día malo", señaló la nadadora, que aseguró que Ryan Lochte, compatriota de Phelps, es "más sencillo".
En cambio, el nadador colombiano Omar Pinzón tuvo otra experiencia con los grandes nombres: "Son muy humildes, personas que no podemos creernos que han ganado lo que han ganado. Hay muchas cosas que hay que aprender de ellos". El vizcaino Kiyoshi Uematsu, judoca, coincide con Pinzón. "Casi todo el mundo es muy accesible. Nadie se cree superior, todos somos deportistas y estamos aquí para lo mismo".
La figura del atletismo de Pekín'08 y que apunta a repetir misma condición en Londres'12, el jamaicano Usain Bolt, camina rodeado de guardaespaldas. Doyler Sánchez, un pesista colombiano que sueña con hacerse una foto con el esprinter, no las tiene todas consigo: "Si se deja...".
Cerca de 10.500 atletas de 204 países diferentes se dan cita en los Juegos de Londres. Pero no todos viven en la Villa. El número uno del tenis mundial, el suizo Roger Federer, no duerme en el parque olímpico porque el escenario del tenis, Wimbledon, está a dos horas de distancia. "Ni siquiera lo analicé. Estaba fuera de debate. Entiendo que si son tus primeros o segundos Juegos quieres estar ahí, hacer todo. Pero si quieres dar lo mejor es difícil quedándose en la Villa", dijo Federer.
Entre los atletas que conviven en la Villa también los hay despistados, como el venezolano Junior Sánchez. "Uno viene a ver a todos esos atletas y de verdad no sé qué pasó, no los vi", dijo Sánchez, levantador de pesas. Al igual que hay más o menos distraídos, también hay una escala en la demanda de fotografías. "A los que más les piden son a Kobe Bryant y a LeBron James, pero yo me quedo con los que fueron más amables conmigo, como Pau Gasol, Chris Paul o Manu Ginóbili", señaló el segundo púgil más joven de Londres'12, el puertorriqueño Jeyvier Cintron, de 17 años. La rusa Maria Sharapova es otra de las demandadas. La exnúmero uno del tenis se siente admirada y reconoce que no se da cuenta de su condición de estrella. "Uno de mis mayores errores es visitar la cafetería. Me voy sin comer y apenas logro rescatar un zumo de naranja. Nunca había visto tanta gente tan contenta por tener una foto conmigo. A veces soy un poco inocente cuando se trata de mi popularidad". Pero cuando la situación se convierte en avasallante la única solución es huir, como relató Uematsu, testigo directo de la fuga de Kobe. "Iban todos detrás y después de cien fotos quería ir a descansar y no podía No ponía mala cara, pero iba huyendo".