Londres. Saltó la sorpresa. La campeona mundial de gimnasia artística femenina, la estadounidense Jordyn Wieber, no disputará la final olímpica individual en Londres, al haber quedado por detrás de sus compañeras Alexandra Raisman y Gabrielle Douglas en la fase de clasificación y estar limitado el cupo de finalistas a dos por país.

Tras la disputa de las tres primeras subdivisiones, y a falta de dos, Estados Unidos y, de manera menos esperada, Gran Bretaña e Italia se han asegurado el pase a la final por equipos. Al ocupar provisionalmente las tres primeras plazas y quedar solo cinco equipos por competir, ya tienen garantizado el acceso a la final de los ocho mejores equipos. Las estadounidenses sumaron 181,863, muy por encima de los 170,656 de las británicas, pero no estuvieron lideradas como cabía prever por Wieber, sino por Raisman y Douglas, que encabezan provisionalmente la clasificación individual.

Douglas ya había derrotado en las pruebas de preselección estadounidense a Wieber, que al salirse hoy del tapiz en su ejercicio de suelo perdió comba en la lucha interna con sus compatriotas. Como sucedió en la jornada del sábado en el concurso masculino, la gimnasia local exhibió un subidón de nivel que está más allá de la mejora que siempre experimenta el equipo que compite en casa.

Elizabeth Tweddle, la mejor británica de todos los tiempos, desató el entusiasmo del North Greenwich Arena con un ejercicio de máxima dificultad y belleza en las asimétricas, la modalidad en la que fue campeona del mundo en 2006 y 2010, y que mereció la nota más alta de lo que se lleva de jornada, un 16,133.

Italia acumula 168,397 puntos, con una gran Vanessa Ferrari que recordó a la gimnasta que fue campeona del mundo en 2006.

dominio de EEUU en hombres El equipo de Estados Unidos, que no gana la medalla olímpica de gimnasia masculina por equipos desde Los Angeles'84, afrontará hoy la final de los Juegos de Londres en la mejor disposición para volver a hacerlo, tras obtener ayer en la ronda clasificatoria la mejor nota (275,342) y dar una impresión de gran solvencia.

Junto a los norteamericanos, se clasificaron para la final Rusia (272,595), Gran Bretaña (272,342), Alemania, Japón, China, Ucrania y Francia, por ese orden, aunque en la lucha por las medallas todos partirán de cero.

España se quedó a un solo paso de codearse con los grandes: 172 milésimas le separaron de la octava plaza, que estuvo rondando durante toda la competición. Pese a todo, la novena es la mejor posición histórica del equipo masculino español, una por encima de la de Atenas 2004.

Además, Fabián González y Javier Gómez disputarán la final individual absoluta de los 24 mejores e Isaac Botella, que ya fue finalista en salto en Pekín 2008, repetirá en la lucha por el podio de ese aparato. Rubén López y Sergio Muñoz completaron el equipo, que ofreció pese a no entrar en la final una buena impresión.

Después de que los británicos protagonizaran una gran sorpresa en la primera subdivisión al adelantar a los chinos, campeones olímpicos y mundiales, Estados Unidos tomó el mando en la segunda y allí se instaló hasta el final.

Ni Japón como equipo ni su punta de lanza, el tres veces campeón mundial Kohei Uchimura -único del grupo que repite respecto a Pekín- dieron una gran impresión. Uchimura se cayó de la barra y se salió del caballo con arcos, y aun así ocupa la novena posición entre los clasificados para la final individual, merced a destacadas actuaciones en salto y suelo.