Vitoria. El remozado proyecto del Deportivo Alavés ya comienza a sentir el indispensable aliento de su masa social, su mejor patrimonio durante estos últimos años presididos por su pérdida de prestigio en las catacumbas del fútbol estatal. El club vitoriano aportó ayer los primeros datos acerca de una campaña de abonados que, a su juicio, marcha "a buen ritmo" tras los numerosos cambios emprendidos tanto en los despachos como en el terreno de juego para olvidar los sinsabores de las últimas temporadas. La ilusión que han generado los nuevos fichajes se traduce de momento en el hecho de que más de 4.500 aficionados ya han retirado su carnet de las oficinas del Paseo de Cervantes.
Desde que se puso en marcha la campaña de renovación y captación de nuevos abonados, que contó con una subida media de un 3% en los precios, la entidad de Mendizorroza precisó mediante un comunicado que las cifras son "prácticamente similares" a las del curso pasado. Por este motivo, los rectores alavesistas se mostraron "optimistas" de cara a que se pueda "repetir o incluso superar" el número de abonados de la temporada pasada. En concreto, fueron 7.800 los fieles que sufrieron la errática trayectoria del conjunto dirigido en primera instancia por Luis de la Fuente y, posteriormente, por José Carlos Granero. Desde el Alavés, se confía en el habitual tirón de última hora para alcanzar la mágica cifra de 8.000 socios, lo que supondría un indudable éxito de captación. Y es que el primer partido en Mendizorroza correspondiente al próximo ejercicio no está previsto hasta el 2 de septiembre ante la S.D. Logroñés.
Como acto de promoción y apoyo para la campaña, los cocineros alaveses Edorta Lamo y Mikel Zuazo pasaron en la jornada de ayer por las oficinas del club para hacerse socios, tal y como sucedió días atrás otros rostros conocidos como los de Gorka Ortiz de Urbina y el exalbiazul Aitor Arregui.