vitoria. EN la tienda que el París Saint-Germain tiene en los Campos Elíseos se puede contemplar una enorme foto de su nuevo estandarte futbolístico: el delantero sueco Zlatan Ibrahimovic, piedra angular del faraónico proyecto que el jeque Al Thani ha decidido instalar en la luminosa capital francesa, ajena a los fastos futbolísticos desde que otro megalómano, Bernard Tapie, que acabó como el rosario de la aurora y en la cárcel, armó otra poderosa escuadra a la ribera del mediterráneo, el Olympique de Marsella que ganó la Copa de Europa en 1993 derrotando en la final al gran Milan de Arrigo Sacchi (1-0).

El PSG tomó el testigo del OM para ganar el otro trofeo continental del fútbol galo, la Recopa, en 1996 y con Luis Fernández al mando, dos años después de lograr su último título liguero. Fue una época gloriosa para el club parisino, que fue cayendo en una tediosa rutina. Con cierta jerarquía en la competición doméstica, pero sin una mala liga que llevarse a sus vitrinas y nula presencia en los grandes torneos europeos. Hasta que llegó Al Thani con sus petrodólares y se armó la escandalera.

Porque de escándalo y barbaridad se está calificando el desembolso que el jeque catarí y el fondo de inversión Qatar Sport Investments han realizado para sacarle lustre estelar al PSG, comandado por el exfutbolista brasileño Leonardo, que ejerce de director deportivo; y entrenado por el técnico italiano Carlo Ancelotti, hasta reconvertirlo en un referente europeo siguiendo las pautas marcadas por el magnate ruso Roman Abramovich con el Chelsea, actual campeón de la Champions tras nueve años de intentos y 900 millones de euros invertidos en el empeño; o el también jeque emiratí Mansour bin Zayed Al-Nahayan, que después de cuatro años y más de mil millones invertidos ha logrado que el Manchester City conquiste la Premier.

La pasada temporada, Al Thani puso 85 millones de euros para dar el primer paso hacia la gloria. Nada del otro mundo, en cuanto a resultados, se entiende. En la Europa League el Athletic por ejemplo le dio un repaso, sobre todo en San Mamés (el encuentro en el Parque de los Príncipes fue intrascendente), y el PSG no pasó de la fase de grupos. Y en la Liga francesa terminó en segunda posición, detrás del modesto Montpelier, cuyo presupuesto apenas alcanzaba los 36 millones. Sí logró al menos billete para la Liga de Campeones, en cuya próxima aventura espera sacar rendimiento en igual lucha con los grandes de Europa.

De momento se sabe que el PSG tendrá que pagar al fisco francés entre 70 y 80 millones de euros brutos para que Ibrahimovic, de 31 años, pueda cobrar los 12,5 millones netos más primas por cada una de las tres temporadas firmadas en su contrato, consecuencia de la aplicación de una de las promesas electorales del nuevo presidente de la República gala, François Hollande, que anunció un impuesto del 75% para las rentas superiores a un millón de euros anuales. Con el anterior sistema impositivo, el club parisino hubiera tenido que pagar alrededor de 35 millones. El ministro de Presupuestos, Jérome Cahuzac, considera que esas cifras "no son impresionantes, son indecentes" en un momento en el que "en el mundo entero todos deben hacer esfuerzos y sufren las consecuencias terribles de la crisis".

"El fichaje de Ibrahimovic es indigno e irracional", añadió la ministra de Deportes, Valerie Fourneyron. El propio Hollande tampoco pudo sustraerse a opinar sobre el asunto, aunque optó por la crítica más sibilina: "hay equipos que logran ganar sin tener necesariamente remuneraciones muy importantes", en referencia al Montpelier.

de otra galaxia Pero eso no va con los Emiratos Árabes, cuya clase dominante vive en otra galaxia. Previamente, el PSG tuvo que pagar al Milan una cifra que alcanza los 65 millones para hacerse además con otro futbolista, el cotizado central brasileño Thiago Silva.

Desde la llegada del jeque Al Thani en mayo de 2011, el club parisino ha invertido unos 150 millones para contratar a Ibrahimovic, Thiago Silva, Javier Pastore, Thiago Motta, Lavezzi o Maxwell. La última incorporación ha sido la del joven centrocampista Marco Verratti, al que ya apodan el nuevo Pirlo, aunque todavía no ha jugado un minuto en la Serie A italiana. El PSG ha pagado por él 11 millones más incentivos. la Juventus ofrecía tres.

A la espera de acontecimientos y nuevos fichajes (no se descarta aún el de Kaká), lo que sí ha logrado el clbu galo es despertar el interés de los cracks, que antes rechazaban sus ofertas (Beckham, Pato o Tévez) por no ver alcurnia suficiente en el PSG, y sobre todo la animadversión del pueblo francés (hinchas del PSG al margen, se supone) que observan con indignación semejante derroche en estos tiempos de penuria.

El jeque Al Thami ha invertido en apenas dos años 150 millones de euros en fichajes

Ibrahimovic es el blasón y símbolo del escándalo: cobrará 45 millones netos por tres campañas

Unos jóvenes obserban el enorme cartel de 'Ibra' que adorna la tienda del PSG en los Campos Elíseos. Foto: afp