Vitoria. Nacho González ya cuenta desde ayer con un nuevo elemento para la punta de ataque donde ya figuraban Borja Viguera y Rubén Negredo. Asier Barahona, vitoriano de nacimiento, se convirtió en la décima cara nueva del Deportivo Alavés para su nuevo proyecto, si bien a diferencia de los nueve anteriores incorporados por Javier Zubillagada aterriza en calidad de cedido procedente del Mirandés. De apenas 19 años y capacitado para amoldarse a cualquiera de las dos bandas cumpliendo el perfil de unos de esos extremos ya casi en vías de extinción dentro del fútbol moderno, se encuentra llamado a dotar de vertiginosidad y capacidad de desborde por los exteriores a un equipo que comienza a coger forma a escasas horas de que mañana arranque oficialmente la pretemporada en Mendizorroza.
Dado que la pasada temporada no tuvo excesivo protagonismo a las órdenes de Carlos Pouso pese a disputar un total de 24 encuentros oficiales -18 en Liga y 6 en Copa marcando un solitario gol- en un conjunto que rompió todos los pronósticos y que en el ejercicio entrante tampoco iba a convertirse en una de las alternativas más utilizadas en Segunda A, la entidad burgalesa pretende que Barahona se foguee en otro lugar y dispute unos imprescindibles minutos que le permitan adquirir la experiencia necesaria para retornar en un futuro. De ahí que haya decidido renovar al futbolista hasta junio de 2014. El hecho de que esté cursando en la actualidad estudios de Ingeniería en Vitoria y la posibilidad de actuar en el conjunto de su ciudad han pesado más en la balanza que el interés de otros adversarios directos albiazules del grupo como el Amorebieta, el Logroñés y el Sestao.
Antes de recalar en Anduva, Barahona militó en las filas del Burgos Promesas y del Aurrerá. A favor de su llegada, también figura que ocupará una de las seis plazas sub'23 tan demandadas por los equipos para configurar sus plantillas. Los aficionados de Mendizorroza ya tuvieron recientemente la oportunidad de verle in situ, ya que actuó a buen nivel durante la última media hora de la visita del Mirandés al coliseo vitoriano saldada con tablas (2-2). Sin embargo, nunca se hizo con un puesto fijo en los esquemas de Pouso y eso le ha obligado a contemplar una cesión a la hora de proseguir su carrera deportiva.
Tras este movimiento, la delantera se encuentra casi perfilada y, en principio, solo a expensas de la llegada de un último jugador. La prioridad de la secretaría técnica reside ahora en fortalecer la parcela defensiva y, sobre todo, alumbrar la capacidad organizativa con la llegada de centrocampistas de calidad y buen toque de balón que permitan a Nacho González plasmar su filosofía de juego. El perfil de los hombres llegados hasta la fecha es claramente destructor y, por tanto, se precisa un cierto equilibrio para evitar que los fantasmas del pasado reciente vuelvan a sobrevolar Mendizorroza.