La Toussuire. Haimar Zubeldia le echaría un vistazo por la noche a la clasificación y se acostaría pensando que, de lo malo, había librado una jornada terrible y conservaba el sexto puesto, aunque, eso sí, mucho más lejos, a casi cuatro minutos, del sueño del podio al que ahora se ha subido Vincenzo Nibali, el más insumiso de los rivales del Sky en el Tour. El guipuzcoano sufrió ayer de lo lindo para mantenerse. El primer mal trago fue el de la Croix de Fer y el ataque de Cadel Evans que hizo que el Sky, Michael Rogers, pusiese una marcha más que ahogó a muchos, entre ellos Haimar, que de todas maneras, se mostró agradecido en meta por el apoyo del equipo. En la Croix de Fer se quedó con él Frank Schleck, que le ayudó a reintegrarse al grupo cuando, cazado Evans, Rogers levantó el pie. Luego, en el desplome definitivo cuando Nibali arrancó la moto en La Toussiere y a por él se fueron Froome y Wiggins, le abrazaron Chris Horner y Andreas Klöden, que no se separaron de él hasta la meta. Se dejó 2:56 con el grupo del líder y llegó consumido, tembloroso y medio pájara porque, explicó, no comió lo suficiente durante la etapa.

El 'caso Di Gregorio' Trasladado el martes por la mañana a la comisaria de Marsella tras ser detenido por la policía en el hotel que ocupaba junto a su equipo, el Cofidis, en la primera jornada de descanso del Tour, Remy Di Gregorio declaró ayer por la mañana ante el procurador Jacques Dallest, que instruye el caso, y dijo no haber recurrido a ninguna sustancia dopante para mejorar el rendimiento. Dallest, sin embargo, anunció que deberá ser procesado por encontrarse en posesión durante la detención de un "procedimiento médico" para el que no tenía prescripción. Se trataría, en concreto, de un kit de inyección de glucosa que no negó haber utilizado.

Junto a Di Gregorio, ayer prestó también declaración el naturópata francés de 75 años que también fue arrestado el martes. De momento, es junto al corredor, el único acusado mientras la policía continúa analizando las escuchas, aunque fuentes de la investigación citadas ayer por L'Equipe hablan de que está prácticamente descartado de que se trate de una red organizada de dopaje porque no han encontrado indicios que lo sugieran. En su declaración, el naturópata confesó haber practicado inyecciones de ozono al ciclista.