Vitoria. Javier Maroto parece decidido a sumarse a la corriente mayoritaria entre la clase política que durante unos días está aparcando la penosa situacón económica de las instituciones en beneficio de las gestas de la selección española en la Eurocopa de Polonia y Ucrania. El alcalde de Vitoria, haciendo bueno el eslogan de los emperadores romanos de pan y circo, parece haberse olvidado de los recortes que están afectando de lleno al Consistorio gasteiztarra y ha decidido invertir dinero público en la colocación de una pantalla gigante para que los vitorianos puedan seguir la final del próximo domingo.
El Ayuntamiento, a través de su Departamento de Nuevas Tecnologías, ha considerado conveniente realizar un desembolso que supera los 10.000 euros para ubicar esta infraestructura en la Plaza de España, que será el punto neurálgico donde podrán reunirse todos aquellos que quieran seguir el choque. De poco han valido las críticas de la oposición. Maroto ha decidido tirar para adelante con una iniciativa que, al menos al cierre de esta edición, no contaba con ningún tipo de financiación privada, por lo que el coste saldrá directamente del bolsillo de todos los vitorianos.
Desde luego, la colocación de la pantalla choca frontalmente con el discurso que ha mantenido en todo momento el Gobierno municipal, que ha justificado sus recortes en la escasez de fondos públicos.