Vitoria. Confiada en sus posibilidades, no podía ser de otra forma tras clasificarse contra todo pronóstico como primera de grupo, Inglaterra aspira alcanzar a costa de Italia las semifinales de una Eurocopa a la que llegaba con pocas expectativas. El seleccionador Roy Hodgson tan solo dispuso de un mes para diseñar el equipo y además tuvo que hacer frente a numerosas e importantes bajas de última hora, pero aún así el veterano entrenador ha logrado confeccionar un equipo que, a pesar de no desplegar un juego vistoso, se ha mostrado muy competitivo en la primera fase del campeonato. De esta forma, los ingleses ya no esconden que su principal objetivo es levantar el trofeo de la Eurocopa por primera vez en su historia.

Para ello, emplearán las tácticas conservadoras que desde antaño se han atribuido a los férreos equipos italianos: una defensa fuerte, contraataques rápidos y efectivos, y balones largos para su estrella, el ariete Wayne Rooney, confiando en que el delantero repita la genialidad que valió el triunfo ante Ucrania. Así, no se prevé que Hodgson se atreva a hacer cambios y volverá a dejar en las sombras a Theo Walcott, que ahora debe aceptar un secundario papel de revulsivo.

Por su parte, el seleccionador italiano, Cesare Prandelli, sí tiene planeado realizar varios cambios respecto al feo encuentro que la Azzurra disputó ante Irlanda. Borrar esas malas sensaciones es la principal prioridad de la selección italiana y ello solo es posible logrando un triunfo ante Inglaterra, es decir, logrando perforar la portería defendida por Hart. Así, Prandelli tendrá que contar con una torre ofensiva si quiere superar a los gigantes Terry y Lescott y, por ello, el pequeño Antonio Di Natale regresará al banquillo para dejar su puesto a Mario Balotelli. El delantero del Manchester City tiene una nueva oportunidad para agradecer la confianza que le está dando el técnico de la Azzurra, ser suplente no es planto de buen gusto, ya lo demostró con la celebración en su primer gol con Italia; y ahora tiene otra oportunidad para desquitarse.

Junto a Balotelli, en la punta de ataque, estará Antonio Cassano que aunque sin brillar demasiado en lo que va de Eurocopa, ha demostrado se imprescindible para Prandelli. El seleccionador italiano apostará fuerte por los cambios por lo que también piensa introducir en la alineación inicial al romanista Daniele De Rossi, que ocupará un lugar en el centro del campo, ya que hasta ahora había jugado en defensa, para frenar a Steven Gerrard. Prandelli es consciente, los medios de comunicación italianos ya se preocuparon de advertirle, que la clave para lograr la victoria es frenar al timón de la selección inglesa, el motor sobre el que se construye todo el juego de los de Hodgson. Y para ello de Rossi es el hombre idóneo.

De esta manera, la defensa de la Azzurra, sin el lesionado Chiellini, quedaría conformada por Balzaretti, Bonucci, Barzagli y Abate. En el centro del campo, Prandelli confiará de nuevo en los geniales pases de Andrea Pirlo, líder indiscutible de esta selección, junto con Marchisio; mientras que la novedad puede ser la sustitución de un desdibujado y algo renqueante Thiago Motta, por Montolivo. El encuentro también tendrá espacio para la polémica en el reencuentro entre el inglés Scott Parker y el imprevisible delantero italiano Mario Balotelli, que el mes de enero pasado le pisó la cabeza durante un partido de la Premier League, por lo que cumplió una sanción de cuatro partidos.