LONDRES. La Premier escocesa ha dejado una vacante para el "club número doce" en todas las jornadas de la temporada que previsiblemente acabará ocupando el equipo de Glasgow.
Tras varios meses de graves problemas económicos, la entidad se declaró en bancarrota la pasada semana y se refundó como una nueva compañía, llamada "The Rangers Football Club", propiedad del empresario británico Charles Green.
El 14 de mayo, la nueva sociedad presentó su solicitud para registrarse en la Federación Escocesa de Fútbol (SFA, por sus siglas en inglés) y poder disputar así la liga.
Si el Rangers no ocupara finalmente la plaza vacante en la competición, sería el Dunfermline, que no se salvó del descenso el pasado curso, quien ocuparía su puesto y se enfrentaría en la primera jornada del campeonato, el 4 de agosto, al Kilmarnock.
Entre otros problemas, la nueva entidad se enfrenta ahora a la posibilidad de que sus principales figuras puedan abandonar el equipo tras su refundación, dado que los jugadores no tienen ninguna relación contractual con el nuevo Rangers.