Pamplona. La mala suerte se cebó el pasado sábado con Koteto Ezkurra (Doneztebe, 1973) durante el transcurso del partido estelar del festival del Galarreta. Un mal resto de un rival propició que la pelota impactara de manera brutal en su rostro. Concretamente en su pómulo izquierdo, que se quebró en dos partes. Sin embargo, la cosa no ha pasado a mayores. Al doneztebarra, once veces campeón del campeonato individual de remonte, le ha quedado como secuela un moratón y dos roturas que, en principio, no va a tener que reparar en el quirófano.
¿Cómo tiene el pómulo?
Infinitamente mejor porque ya se me está bajando la inflamación, aunque todavía está un poco morado. Ahora se me está poniendo de color amarillo, pero va en buena línea.
¿Tiene dolores?
Sentí dolor en el momento de recibir el golpe y luego estuve un día un poco molesto, pero a partir del domingo no he sentido dolor en ningún momento.
A pesar de tener una doble fractura, ha esquivado el quirófano.
Tengo dos roturas, pero como el hueso no está montado encima del otro hueco, parece que no es necesario que me opere, aunque el lunes tengo que ir otra vez al médico. Es una buena noticia porque pasar por el quirófano es un engorro. Aunque es una chorrada de operación, tienes que entrar al quirófano y eso no es como entrar a un bar.
¿Recuerda cómo recibió el impacto?
Perfectamente. Sacó mi compañero (Olazar) y uno de mis rivales (Etxeberria IV) se dispuso a restar. La pelota le pegó en el taco y salió despedida hacia atrás como un avión, donde estaba yo. Es el golpe más traidor que hay porque no esperas la pelota.
¿Se asustó?
Como enseguida comprobé que veía bien, no me preocupé demasiado, aunque sí que me daba la impresión de tenía los dientes rotos por el impacto. Sin embargo, me eché la mano a la boca y me quedé más tranquilo porque vi que los tenía todos. Fue un gope fuerte, pero al menos tenía nada extremadamente grave. Lo que sí sentí fue un calentón en la zona y me quedé un poco atontado.
Dentro de la mala suerte que supone recibir un golpe de este tipo, al menos tuvo la fortuna de no sufrir una lesión grave.
He tenido la mejor mala suerte. La pelota me pegó en el pómulo, pero pero un centímetro más arriba, abajo, a la derecha o a la izquierda me podía haber hecho una avería en los dientes, en la nariz o en el ojo. Sin embargo, la pelota me pegó tan de lleno que no me hizo ni cortar. Eso sí, se me quedó la marca de las costuras en la cara.
Después de sucesos de este tipo, ¿no se plantean jugar con algo de protección en el rostro?
Es mala suerte. Ha pasado un montón de veces en el remonte. Lo que ocurre es que esta vez me ha pillado en la cara. Debe de haber alguna protección, pero es muy incómoda. Llevamos protegida toda la sien, pero la zona ocular y la boca están libres. Tal vez lo mejor sería jugar con un casco que protegiera toda la cabeza y el rostro, pero también hay que mirar un poco por la comodidad del deportista.
¿Tiene fecha para su reaparición?
Ya he empezado a hacer algo. Me he dado un par de paseos en bicicleta y puedo hacer deporte tranquilamente, lo que ocurre es que tengo que tener mucho cuidado. Creo que tendrá que esperar un mes o así.
Así que su participación en el Torneo Kutxa individual, en el que defiende título, no corre peligro.
Tengo tiempo de sobra. Voy a seguir preparándome físicamente porque es una lesión que no tiene nada que ver con una rotura o un problema muscular. Además, me queda un mes y medio largo para entrar en el mano a mano.
¿Y la Feria de San Fermín?
Espero poder jugarla.