PARÍS. En su segunda bola de partido, el suizo terminó de dar la vuelta a un duelo en el que le vio las orejas al lobo y que fue el tercer partido entre ambos que se va a los cinco sets y que deja la serie con ventaja de 2-1 para Federer.

Éste mantiene un historial global de 12 triunfos y 2 derrotas contra Del Potro, un viejo conocido con el que se ha enfrentado en todos los Grand Slam.

El próximo viernes, el suizo se medirá en semifinales contra el vencedor del encuentro entre el ídolo local Jo-Wilfried Tsonga (5) y y el serbio Novak Djokovic (3).

En el duelo de hoy, celebrado en la Suzanne Lenglen, Del Potro dominó la primera manga, que transcurrió durante un paréntesis de sol en una jornada de frío y lluvia contenida. Llegó a romperle tres veces el servicio al suizo, que había entrenado horas antes en la misma cancha pero que no encontraba su tenis.

Habían transcurrido cuarenta minutos y las nubes cubrían de nuevo la pista Suzanne Lenglen. Hasta entonces, el argentino, de 23 años y número 9 del ránking de la APT, no se había resentido de su rodilla izquierda, protegida con un aparatoso vendaje para aliviar las molestias que arrastra por una inflamación en la rótula.

En el segundo set volvió el respeto a la arcilla. Muy igualado al arranque, Del Potro seguía mostrándose muy firme con la derecha y con el saque, hasta el punto que llegó a registrar servicios de 218 kilómetros por hora.

Se trataban de tú a tú, hasta que el suizo quebró el saque para subir un 2-3 al marcador y comenzó la batalla. El argentino reaccionó, intercambio de roturas de servicio y se colocaron en el 6-6.

Federer, que ha disputado cinco finales en Roland Garros y levantó en 2009 la Copa de los Mosqueteros, no pudo imponer su jerarquía y terminó cediendo la segunda manga en el desempate, cuando llegó a perder los nervios y a gritar al aire "¡callaos!".

Tras casi dos horas en pista, en el tercer set reapareció el mejor Federer, que le asestó un 6-2 a Del Potro mientras caían algunas gotas en la pista. El partido no se interrumpió y el recital del suizo prosiguió en el cuarto set, en blanco para el argentino. "El principio del tercer y del cuarto ha sido clave. Jugué muy bien tácticamente", diría después el suizo.

En el quinto regresó la igualdad al polvo de ladrillo. Federer desplegaba un tenis preciosista, con algún revés genial y tiros a las líneas, y del Potro aguantaba, lejos del nivel de las dos primeras mangas pero más centrado que en las dos últimas.

Con el 2-1 en el quinto para el suizo y servicio para Del Potro, Federer logró romperle el saque (3-1) y asegurar el suyo (4-1). Ahí, Federer volvió a tomar los mandos del encuentro, que terminó sentenciando con un cómodo 6-3.

Desde que Del Potro se recuperó de su lesión de muñeca, el suizo le había derrotado en cinco ocasiones, pero nunca en arcilla. Pese a su derrota, el argentino logró su segundo mejor registro en Roland Garros, después de 2009 donde cayó en la antesala de la final precisamente contra Federer, que disputará su 31ª semifinal de Grand Slam, con lo que iguale el récord de Jimmy Connors.