CSKA Teodosic (12), Siskauskas (5), Kirilenko (17), Khryapa (3), Krstic (8) -cinco inicial-, Kaun (2), Shved (15), Voronotsevich, Gordon (2), Lavrinovic (2) y Voronov.

PANATHINAIKOS Diamantidis (10), Jasikevicius (19), Sato (3), Kaimakoglou (10), Maric (6) -cinco inicial-, Batiste (11), Vougioukas, Perperoglou, Tsartsaris, Logan (2) y Calathes.

Parciales 15-29, 17-5, 19-21 y 15-9.

Árbitros Jungerbrand, Martín Bertrán y Radovic. Sin eliminados.

Pabellón Erzem Arena. 15.262 espectadores.

Estambul. El Panathinaikos no podrá reeditar el título conquistado el año pasado tras caer ante el CSKA de Moscú, en un final de infarto que resolvió Teodosic con una canasta a falta de 38 segundos para acabar el partido. El conjunto heleno aún dispuso de una posesión para ganar, pero la defensa rusa sobre Diamantidis impidió que el base pudiese siquiera intentar el tiro a canasta.

Y eso que el Panathinaikos arrancó como un huracán, con el balón circulando de dentro a fuera a la velocidad de la luz y Maric, primero, y Batiste, después, destrozando a los pívots del CSKA. Para colmo de males moscovitas, Jasikevicius y Sato acertaban desde la línea de tres y el cuadro griego se marchaba, en un visto y no visto, de catorce puntos, una renta que mantendría hasta el final del cuarto (15-29).

El CSKA salió más intenso en el segundo período. Empezó a defender mejor y al conjunto heleno se le apagó la luz, con un parcial de 13-0 a favor de los rusos. Una reacción liderada por el hasta entonces desaparecido Kirilenko que finalizó con el 32-34 al descanso.

El choque entró en un intercambio de golpes mucho más igualado tras la reanudación. Un parcial de 7-2 al inicio del último cuarto devolvía el mando al CSKA (58-57, min. 33). La defensa zonal moscovita, un par de acciones dudosas que los árbitros resolvieron a favor de los de Kazlauskas y los errores de Batiste bajo el aro, impidieron la inmediata respuesta helena.

Pero entonces volvió a aparecer Jasikevicius para poner con ventaja a su equipo (60-64) a dos minutos para el final. Parecía que Saras, el jugador que más Euroligas ha ganado (4), sería el héroe del partido, pero Shved, desde la línea de personal, y Teodosic, con la canasta decisiva, impidieron que Obradovic pelee por su noveno título.