Barcelona. El Barcelona, el campeón de la Champions, se juega esta noche (20.45 horas) la gloria de jugar una nueva final y defender su título en Múnich, aunque para ello deberá superar el 1-0 que llega el Chelsea del partido de ida. Después de dos derrotas consecutivas, el equipo de Pep Guardiola está contra las cuerdas en la competición continental, que puede marcar el futuro de la temporada, una campaña en la que los azulgrana ya ha conseguido tres títulos: Supercopa de España, de Europa y Mundial de Clubes; y optan a un cuarto, puesto que está clasificado para la final de Copa. El reto es máximo para los azulgrana y la oportunidad inmejorable por inmediata para borrar de un plumazo la pérdida de la Liga. En todo caso, los barcelonistas saben que no les bastará con jugar bien, sino que tendrán que ser más precisos de lo que lo fueron en la ida, donde acorralaron al Chelsea, tuvieron 24 llegadas a la puerta contraria, ocho remates a portería, dos de ellos a los palos, para finiquitar su pase a la final. Pero no fue así. El Chelsea refugiado en una defensa con más densidad que efectiva se encontró con un gol en el único remate ante los tres palos que intentó. Toda una declaración de principios para lo que puede ser el partido de hoy. Seguramente Guardiola volverá a contar con una defensa de tres y en esta ocasión Gerard Piqué, ausente en los dos anteriores encuentros (Chelsea y Real Madrid), tiene un sitio reservado y su presencia puede resultar determinante para la salida del balón. Los otros dos defensas serían Mascherano y Puyol. Delante, Alves podría jugar como carrilero por delante de la defensa, y en el mediocampo Busquets, Xavi, Iniesta y Cesc buscarán ese plus de fútbol combinativo que el equipo necesita. En la delantera, el acompañante de Leo Messi podría ser Alexis Sánchez. El chileno es un especialista en fijar a la pareja de centrales y permitir más libertad de movimientos al astro argentino.
Otra variación táctica que podría contemplar el técnico barcelonista es alinear a un extremo puro para abrir el campo y dispone de las opciones de Pedro, Cuenca o Tello, sorprendente titular frente al Real Madrid.
El Chelsea, con la duda de Drogba, viaja a Barcelona con la intención de hacer bueno el 1-0 logrado en el encuentro de ida en Stamford Bridge para lograr el ansiado pase a la final de la Liga de Campeones por primera vez desde 2008. El conjunto dirigido por Roberto Di Matteo, que dio descanso a ocho jugadores titulares en el último encuentro de la Premier frente al Arsenal, confiará en el mismo estilo de juego rácano que tan buenos réditos le dio el pasado miércoles en Londres.
Sin embargo, una pieza fundamental en este tipo de fútbol, el delantero marfileño Didier Drogba, autor del tanto que dio la victoria a los blues en el encuentro de ida, es seria duda debido a una lesión de rodilla. La probable ausencia del 11 del Chelsea supone un duro revés para el conjunto londinense, muy dependiente de los goles del marfileño, de 34 años, esta temporada. La baja de Drogba supondría la presencia del español Fernando Torres en el once inicial que desplegará Di Matteo en el Camp Nou.
El preparador italiano alineará una escuadra plagada de músculo, tal y como hizo en Londres la pasada semana, para buscar un juego basado en la seguridad defensiva y el contragolpe, señas de identidad de un Chelsea que logró sus mayores éxitos con este tipo de fútbol. El equipo que preside Roman Abramóvich, que disputa su sexta semifinal de Liga de Campeones en los últimos nueve años, espera lograr el tan ansiado pase a la final de Múnich que materialice así el sueño del petrolero ruso. El Barça, por su parte, busca su cuarta final en siete años. Las tres anteriores se saldaron con el título en las vitrinas del Camp Nou.