La muerte del futbolista de la Segunda División italiana Piermario Morosini, durante el partido del pasado sábado entre Pescara y Livorno, ha provocado que las autoridades italianas hayan decidido abrir una investigación tras el retraso en la llegaba de la ambulancia, provocado por un coche policial que obstruyó la entrada al estadio de las asistencias médicas. Tras el desplome de Morosini, la ambulancia se retrasó hasta tres minutos en las afueras del estadio del Pescara al no poder acceder a las instalaciones por culpa de un coche policial que bloqueó la entrada de emergencia. Los operarios del estadio se vieron obligados a romper la ventanilla del vehículo, ponerlo en punto muerto, y empujarlo para desbloquear la entrada.