Vitoria. El Sporting Club de Portugal, próximo rival del Athletic en la Europa League y último escollo de los rojiblancos antes de la soñada final de Bucarest, afrontará el partido de ida de la semifinal ante los leones con las piernas descansadas. Los pupilos de Sá Pinto -el ex de la Real Sociedad tomó las riendas del equipo en febrero para sustituir en el cargo a Domingos Paciencia- disputaron su último partido el pasado día 9 de abril, cuando se impusieron en liga al Benfica, segundo clasificado en el campeonato doméstico, gracias a un solitario gol del joven y cotizado ariete holandés Ricky Van Wolfswinkel.

Y es que, después de tres jornadas consecutivas ganando, los lisboetas han aprovechado la jornada de parón en la liga portuguesa para tomar aire y poder afrontar con mayores garantías el crucial duelo del jueves ante los de Bielsa. Un partido y una eliminatoria en la que el equipo portugués tiene depositadas gran parte de las ilusiones en una temporada en la que el equipo marcha cuarto clasificado a falta de cuatro jornadas para la conclusión de la liga. Con el Oporto como líder, el Benfica en segunda posición y el Sporting de Braga tercero, los de Sá Pinto se encuentran a ocho puntos del Braga y, por consiguiente, del sueño de hacerse con un billete para la fase previa de la próxima edición de la Champions League. Así, a pesar de presumir de un total de diez victorias, dos empates y una sola derrota como locales en liga, el Sporting encuentra en Europa y en la Copa sus principales vías de escape en una temporada en la que el conjunto lisboeta ha experimentado una completa revolución en su plantilla.

Una reconstrucción con el objetivo de volver a asomar entre los grandes, tanto en Portugal como en el Viejo Continente, que hasta ahora ha dado sus frutos en la siempre exigente Europa League. Competición en la que los lisboetas lograron clasificarse como primeros de grupo por delante de la Lazio, el Vaslui y el Zúrich.

Una vez en los dieciseisavos de final, los de Sá Pinto eliminaron al Legia Varsovia para avanzar con paso firme a los octavos, donde protagonizaron una de las sorpresas del torneo al dejar en la cuneta al todopoderoso Manchester City. Una sufrida pero meritoria clasificación que redondearon en la siguiente ronda al apear de la Europa League al equipo revelación del torneo, el Metalist ucraniano. Un largo caminar que, al igual que el recorrido completado por los de Bielsa, tiene como único objetivo la final del próximo 9 de mayo en Bucarest. Una final que, de alcanzarla, supondría la segunda en la temporada para el Sporting. Y es que, al igual que sucede con los leones bilbainos -a los jugadores del conjunto lisboeta también se les conoce como los leones-, los de Sá Pinto también están clasificados para la final de la Copa de Portugal, que tendrá lugar el 20 de mayo.

investigado por posible amaño Por otro lado, la Policía lusa, que investiga un caso de calumnia y aparente soborno a un árbitro, registró este jueves la sede del club lisboeta, declarando sospechoso a uno de sus vicepresidentes, Paulo Pereira, que fue suspendido inmediatamente en sus funciones a petición propia. Una noticia que corrió como la pólvora por toda Europa y que obedece a la presunta transferencia en efectivo de 2.000 euros al arbitro auxiliar José Cardinal antes de un partido de Copa, en diciembre del año pasado, entre el propio Sporting y el Marítimo de Funchal.