Este año el Caja Laboral me retrotrae a los partidos que jugábamos en Europa hace una década y donde la épica primaba sobre otros factores. El Fenerbahce hizo un gran baloncesto y el Baskonia con los de siempre, más en esta ocasión los Bjelica -Milko mejor que Nemanja-, tiró de testiculitis para llevarse una victoria muy cara. La escasez de rotaciones hace que los minutos y el peso de la responsabilidad se vaya acumulando en pocos jugadores. Antaño los equipos con menos potencial basaban toda su fuerza en un quinteto muy potente y un par de rotaciones de nivel. Las cosas han cambiado y rotaciones donde entran diez o más jugadores es habitual verlas en la mayoría de equipos. Dusko sigue sin contar con Dorsey y le baja considerablemente los minutos a Heurtel (y con la llegada de Dragic). Seraphin empezó con fuerza pero se va apagando. Williams ya es historia y los Bjelica dependen de la concentración con la que salten al parqué para jugar más o menos. Con todo ello vemos que el peso recae exclusivamente en Prigioni, San Emeterio, Teletovic y Oleson. El resto dependerá del rival y de las circunstancias. Si algo no cambia veo un equipo limitado para logros más grandes. A Dragic Dusko le transmitió que por mucha NBA, el que viene a Vitoria tiene que demostrar que se merece jugar. El jueves vimos a un equipo que vuelve a basar gran parte de su potencial en el acierto exterior. Ello conlleva que cuente con menor agresividad ofensiva y repercute directamente en las faltas recibidas. Cuanto menos contacto, menos faltas. Por eso el Caja Laboral va tan poco a la línea de tiro libre. En la ACB es el segundo que menos faltas recibe. Al mismo tiempo comete pocas faltas en defensa, pero a pesar de ello es de las mejores defensas. Eso quiere decir que se puede defender bien sin cometer faltas o que la defensa del Baskonia libera los tiros exteriores en busca del error del rival. El equipo tiene que buscar el equilibrio entre jugar rápido, anotando en los primeros segundos de la posesión y la capacidad para generar un tiro al final de la misma. Los grandes equipos como Panathinaikos, CSKA o Barca disponen de grandes defensas que te obligan a obtener una buena situación de tiro bajo la presión del reloj. Este equipo deberá estar preparado para esos momentos, que llegarán a partir de febrero. Y para ello deberá de disponer de otros registros por si vienen mal dadas. De ahí que es importante que los Dorsey y compañía no se sientan apartados. Para acabar, no me puedo olvidar de mi gran amigo Elmer, con el que tan buenos momentos he pasado. Todo lo que se le haga será poco. Gracias amigo.