Granada. El Granada tiene "plena confianza" en que Los Cármenes no sea clausurado después de la suspensión del partido que le midió el domingo al Real Mallorca por el paraguazo sufrido por un árbitro asistente, al considerar que no es responsable del suceso. El club prepara las alegaciones que remitirá al Comité de Competición en las próximas horas en el que detalla lo sucedido y explica que se cumplieron todas las medidas de seguridad exigidas y por ello elude cualquier tipo de responsabilidad. No hay decisión sobre lo que resta de partido, aunque el Comité de Competición, una vez se fije la sanción correspondiente, podría decidir que se reanudara.
En el Granada se considera lo sucedido "un incidente aislado" y destaca que el club actuó "de forma intachable" en materia de seguridad en el recinto, además de recordar que en este estadio no se ha producido ningún incidente en las últimas temporadas. Además, la entidad andaluza está a la espera de que se cierre la investigación que lleva sobre el suceso la Fiscalía de Menores para confirmar, tal y como apuntan los informes policiales y de la Junta de Andalucía, a cuyo cargo está el menor autor del suceso, que se trató de un acto fortuito al romperse de forma accidental el paraguas que impactó en el rostro del asistente.
El partido Granada-Real Mallorca, de la decimotercera jornada de Liga en Primera División, fue suspendido en el minuto 60 con 2-1 en el marcador al recibir el impacto de un paraguas procedente de la grada uno de los asistentes del colegiado aragonés Carlos Clos Gómez.
El autor del lanzamiento, que fue identificado al momento, fue un menor de edad de origen marroquí de 15 años residente en un centro de acogida y que había sido invitado al partido por el club granadino. La Policía Nacional estaba analizando las grabaciones del partido para determinar si el incidente fue fortuito o intencionado.
Estudio de las grabaciones El joven abandonó el estadio cuando lanzó el paraguas, que impactó en la cara del asistente Xavi Aguilar causándole una herida que comenzó a sangrar, si bien su tutor del centro en el que permanece y otro menor marroquí de 17 años colaboraron con la Policía y le facilitaron su identidad, lo que llevó a su arresto poco después en las cercanías del propio centro de menores. Por otra parte, el linier fue trasladado para que fuera atendido de sus heridas al Hospital de Traumatología de Granada.
La Policía atribuye lo ocurrido a un "incidente aislado" que no está relacionado con la afición ni con un sector más radical de los seguidores granadinistas, la sección Kolokón, como en un principio se sospechaba, ya que el paraguas arrojado procedía de una zona muy cercana a donde estos aficionados se sitúan.