SERBIA Teodosic (16), Tepic (12), Keselj (6), Savanovic (16) y Krstic (21) -cinco inicial-, Rasic (3), Bjelica (2), Markovic (2), Perovic (4), y Macvan (8).
LITUANIA Kalnietis (19), Kaukenas (8), Jasaitis (9), Jankunas (13) y Javtokas (4) -cinco inicial-, Jasikevicius (14), Valanciunas (18), Pocius (13) y Songaila (2).
Parciales 24-26, 20-28, 24-24 y 22-22.
Árbitros Luigi Lamonica (ITA), Damir Javor (SLO) y Olegs Latisevs (ESL). Eliminaron a Jankunas y Teodosic.
Pabellón Siemens Arena, ante unos 11.000 espectadores.
Vilnius. Hay partidos que engrandecen un deporte, y el encuentro que Lituania y Serbia disputaron ayer fue uno de ellos. Ambas selecciones saltaron al parqué del Siemens Arena dispuestas a dar un golpe de autoridad, pero aunque el combinado báltico se llevó finalmente el gato al agua, los serbios fueron sin duda un increíble rival para tan igualado partido. La buena actuación del bloque lituano, con el veterano Saras Jasikevicuis y los jóvenes Kalnietis y Valanciunas como estrellas, fue clave para acercar a su equipo a los cuartos de final.
El partido se presentaba como una prueba importante para ambos conjuntos, que accedieron a esta segunda fase del campeonato con una victoria y una derrota. Aparte de la óptima actuación del veterano base, el acierto exterior de los lituanos, que pasaban por ser una de las mejores selecciones en esa faceta, dio la puntilla a la selección Serbia, que, pese a la derrota, sigue teniendo serias opciones para acceder a los cuartos de final. El encuentro comenzó con mucha velocidad. Desde el primer momento, quedó claro que los dos combinados iban a jugar ataques rápidos y no iban a realizar apenas juego en estático. Los 86 puntos por partido que promediaba Serbia y los 85 de Lituania, hacían prever un partido de estas características.
Los serbios empezaron el duelo con las penetraciones de sus jugadores exteriores como su principal activo. Sin embargo, según avanzaba el partido, Nenad Krstic iba asumiendo protagonismo. Así, la referencia serbia consiguió llegar al final del primer cuarto con 9 puntos y no permitió que los lituanos se distanciasen en el marcador. Fue la entrada de Jasikevicius el factor que necesitaban los bálticos para cambiar el ritmo del partido. Con todo, no fue hasta el principio del último cuarto cuando la dinámica cambió gracias a una muy buena salida del banquillo de los anfitriones, guiados por la buena lectura de partido de Saras y el descaro de Kalnietis y Valanciunas. Una antideportiva de Teodosic echó por tierra las aspiraciones serbias de acercarse en el marcador y Lituania tomó una ventaja que no desechó hasta el final.