PORTUGAL Da Silva (2), Andrade (11), Evora (6), Miranda (13), Santos (9) -cinco inicial-, Tavares (17), Costa (3), Minhava (2), Fonseca (4), Silva y Gonçalves (6).

ESPAÑA Pau Gasol (20), Rudy (9), Navarro (17), Calderón (7), Marc Gasol (10) -equipo inicial-, Reyes (10), San Emeterio (1), Ricky (5), Ibaka (4), Claver, Llull (2) y Sada (2).

Parciales 16-26, 20-27, 16-24, 21-10.

Árbitros Vyklicky (CZE), Obradovic (BIH) y Tomov (BUL). Sin eliminados.

Pabellón Cido Arena. 300 espectadores.

panivezys. Sin forzar. A medio gas. España ganó a Portugal con la facilidad prevista, aunque tanto Pau Gasol como Juan Carlos Navarro tuvieron que estar casi veinte minutos en la pista para cerrar la victoria, lo que no es una muy buena noticia.

La selección dominó de principio a fin, o para ser más exactos desde el minuto tres, cuando superó en el marcador a los lusos (5-6), plenos de entusiasmo en ataque y predispuestos a sacar el hacha en defensa a la menor oportunidad, sabedores de su inferioridad técnica y física. A partir de ahí, más o menos a trompicones, la renta de los españoles fue creciendo poco a poco hasta llegar a los 17 puntos del descanso (36-53), una renta que de nuevo invitaba al equipo de Sergio Scariolo a sestear y reservar fuerzas para compromisos más exigentes.

Los parciales del primer y segundo cuarto (16-26 y 20-27) no dejan dudas: más ataque que defensa y, además, demasiada presencia de los titulares en pista ante un rival muy flojo, aún más flojo que Polonia.

Si Pau Gasol, Marc, Navarro (5 de 7 triples) y Calderón tienen que jugar quince minutos sobre veinte posibles, hasta el descanso, contra un rival como Portugal es que algo no funciona. Se nota una excesiva diferencia de nivel entre los primeros espadas y la segunda unidad. Este exceso de minutos puede costar muy caro en los momentos claves cuando esté en juego el pase a la lucha por las medallas, o el podio.

Y es que en los dos primeros cuartos, hubo poca aportación desde el banquillo, apenas seis puntos, dos de Felipe Reyes y cuatro de Serge Ibaka, a quien el seleccionador reserva en exceso a pesar de las buenas sensaciones y de la descomunal superioridad física que ofrece cuando salta a cancha.

Por lo demás, intentar sacar conclusiones de esta clase de partidos en los que hay tanta diferencia entre los equipos resulta una tarea inútil. Nunca se sabe si el resultado es consecuencia de las virtudes propias y los defectos o carencias ajenas, o al revés. Seguramente, ayer ambos equipos mostraron más carencias de las debidas.

En la segunda parte no hubo cambios significativos, salvo que en el minuto 25 tanto Pau como Navarro se fueron al banco para no volver a salir. La ventaja en ese momento era de 23 puntos 44-67 y en el final del tercer período 52-77, 25 de diferencia, ya con los menos habituales a las riendas del partido.

Portugal, pese a todo, sacó a relucir su casta. Y aprovechó la relajación española. Se intentó refugiar en una zona, que por momentos creó problemas, y la selección española intentó apretar en defensa. Incluso con la salida de Víctor Claver, inédito a falta de siete minutos para el final, la selección pasó a defender una zona 1-3-1, quizá pensando en partidos posteriores, en fórmulas para mejorar una defensa que se detecta como punto débil.

El marcador siguió en torno a los veinte puntos de ventaja con un ambiente gélido por la falta de competencia sobre el parqué y por la ausencia de público en las gradas. Al final, en los llamados minutos de la basura, los lusos recortaron diferencias y acabaron perdiendo por 14 puntos, 73-87. Para la modesta selección que dirige el histórico y eterno Mario Una, la derrota puede entenderse como más que digna.

Susto de san emeterio Lo mejor, de nuevo, para España fue la victoria. Lleva dos de dos a la espera de retos mayores. Y quizás lo peor el susto que dio Fernando San Emeterio. El baskonista permaneció en el banquillo los últimos minutos del encuentro a causa del golpe que se produjo tras sufrir una caída en una penetración a canasta. En principio, los médicos no lo consideran grave y el jugador cántabro no tendrá problemas para jugar hoy.

De nuevo a las 14.15 horas (LaSexta), España disputa su tercer partido del torneo. Será el tercer compromiso aparentemente asequible, ante otra de las selecciones fáciles de este grupo A, Gran Bretaña. Tras Polonia, Portugal y Gran Bretaña y el día de descanso del sábado comenzará el verdadero Europeo para España con el enfrentamiento ante Lituania del domingo y ante Turquía el lunes.