Brasil Gabriel; Danilo, Bruno Uvini, Juan, Gabriel Silva (m. 46 Allan); Casemiro, Fernando, Oscar; Philippe Coutinho (m.62 Dudu), Henrique y William (m. 46 Negueba).
Portugal Mika; Cedric (m.52 Julio Alves), Roderick, Nuno Reis, Mario Rui; Danilo, Pelé, Saná (m.99 Ricardo Dias); Sergio Oliveira, Alex (m.82 Caetano) y Nelson Oliveira.
Goles 1-0, m.5 Oscar, 1-1, m.9 Alex, 1-2. m. 59 Nelson Oliveira, 2-2, m.78 Oscar, 3-2, m.111 Oscar.
Árbitro Mark Geiger (USA). Amonestó a Roderick, Pelé, Sergio Oliveira, Henrique, Juan, Julio Alves, Saná y Nelson Oliveira.
Estadio Nemesio Camacho de Bogotá. 36.058 espectadores
bogotá. La selección brasileña, en una noche inspirada del centrocampista Oscar, que marcó tres goles, conquistó su quinto Mundial en la categoría Sub'20 tras superar por 3-2 a Portugal en un partido que se resolvió en la prórroga. La final se repitió veinte años después pero esta vez sonrió a Brasil, que en 1991 cayó en una tanda de penaltis después de empatar sin goles en el tiempo reglamentario. La Penta, también en esta categoría, se queda a un título de alcanzar a Argentina, el rey del sub'20.
El primer gol brasileño surgió de una falta ejecutada por Oscar. En medio del tumulto en el área el remate franco terminó rozando la cabeza de Nelson Oliveira y el portero Mika resignado a recoger por primera vez en el torneo el balón en el fondo de la red. Pese al mazazo el equipo de Ilidio Vale se recompuso de inmediato, consiguiendo el empate cuatro minutos después por mediación de Alex. La igualada alteró a Brasil, que no volvió a encontrar su juego en toda la primera mitad. En la reanudación, se erigió la figura de Nelson Oliveira, que materializó el dominio portugués con un gol que acercaba a los lusos al título. No obstante, Oscar tenía otros planes. En el minuto 78, el brillante centrocampista, tocado en el día de ayer por los ángeles del fútbol, igualaba el encuentro. El empate convirtió la final en un ejercicio de resistencia en la altura de Bogotá. Los noventa minutos sobre los 2.624 metros sobre el nivel del mar atenazaron las piernas de los futbolistas, que se abocaron a un tiempo suplementario extenuante.
Quien, sino, Oscar iba a ser el elegido para firmar el título brasileño. Fue en una jugada imprevisible, que no advertía del carácter resolutivo que iba a alcanzar. El centrocampista de Inter, con un disparo magistral batió a Mika, que nada pudo hacer contra un balón que besó la escuadra de su portería. Esta generación de Brasil está llamada a grandes cosas en un fútbol que hace tiempo perdió sus señas de identidad. Ya se anticipa a Oscar como el nuevo Falcao, el fenomenal futbolista que junto a Sócrates y Zico constituyó uno de los mejores centros del campo que han portado la camiseta de las cinco estrellas sobre el escudo. Veinte años después, Brasil revirtió la historia, en una noche que será recordada como la noche de Oscar, el nuevo fenómeno carioca.